miércoles, 9 de mayo de 2018

Katerina


Aharon Appelfield
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018, 191 págs, TO: Katerina. Trad Javier Escolar Isaza.
            Aharon Appelfeld (1932-2018), nació en la región ucraniana de Bukovina, de familia judía. Asistió a la invasión nazi, al asesinato de su madre y su internamiento en el campo de Transnitria. Logró huir del Campo y emigró a Israel en 1946, donde ha permanecido hasta su muerte este mismo año. Su obra que ha empezado a ser publicada en España está escrita en hebreo. Katerina fue publicada en 1989.
           
Katerina es una cristiana ortodoxa rutena, que vive en una aldea de mala muerte y que al morir su madre y su padre se junta a otra mujer, decide irse. La novela comienza con su vuelta a la aldea, sesenta años después, y el relato rememorativo de su dura y triste vida. En el pueblo vive la experiencia del trato degradante y denigratorio que se tiene con los judíos, que llega hasta asesinatos impunes. Este odio se plantea desde la perspectiva cristiana: los judíos han matado a Cristo, son odiosos y poseen todos los vicios, hay que tener mucho cuidado y no dejarse embaucar por ellos.


Katerina se da a la bebida como todos los rutenos y en su huida de la aldea y después de pasar los días y las noches entre las peores gentes y mendigos, en una continua borrachera se encuentra con una mujer judía que se la lleva a su casa. En ese hogar descubre a una familia judía observante y queda fascinada por sus costumbres, sus fiestas, su orden y hasta por su idioma que acaba aprendiéndolo perfectamente. Está feliz tanto con Rosa, la mujer, como Benjamín, el padre y el niño. Pero llega el Pesaj y en esos casos, los rutenos salen a la calle a la caza y al pillaje entre los judíos y asesinan al padre y a la madre.

Vuelve a otra casa judía, su admiración por ellos continúa, aunque en este caso ya no es una familia practicante, pero acaba por independizarse. Es maltratada de nuevo por su fervor judío. Sorprendentemente no pierde su fe cristiana y su candidez en todo este tiempo.

Con la novela se quiere reflejar el antisemitismo creciente en parte de Europa en el periodo de entreguerras, que es cruel, irracional y propia de una sociedad degenerada e inculta. Pero la novela siendo dura, no deja mal sabor de boca, porque prevalece la bondad de la amistad, hasta los momentos últimos de su vida, la comprensión y el amor. Su lectura es fácil, en parte porque está muy bien escrita, y en parte porque se sufre y se goza con la protagonista.

jueves, 19 de abril de 2018

La Bruja


Camilla Läckberg
Maeva, Madrid, 2018, Págs. 675. TO. Haxan. Trad. Carmen Montes Cano


Continua la serie de los crímenes de Fjällbacka, y ésta es la novela número diez, con los mismos personajes y los lugares habituales, muy conocidos para los que van siguiendo estos relatos. La comisaría está como siempre, desde Bertill Mellberg, el jefe que tiene poco de jefe y su perro Ernst, hasta Patrik, Gosta, Paula, Martin y Annika. Y junto con ellos la verdadera detective, Erika Falk, esposa de Patrik y sobre todo escritora y con ellos sus tres hijos: Maja y los gemelos que se encargan de dar un tono de normalidad en una sociedad en la que no hay prácticamente estructuras familiares.

Pero en esta novela hay elementos nuevos, una juventud desarreglada y desajustada y unos emigrantes y refugiados que no siempre son bien acogidos por todos. Y no puede faltar algo ya habitual en Camilla Läckberg: un hecho histórico que va salpicando la novela, en esta ocasión un ambiente de brujería en el siglo XVII. El hecho fundamental es el asesinato de Stella, una niña pequeña y que ocurrió hace treinta años y un asesinato de otra niña, Nea, en el mismo sitio y en la actualidad. Y todo esto en pleno verano.

Pero la novela, en esta ocasión, es demasiado larga, hay mucho preámbulo y la conexión del pasado remoto con los dos crímenes actuales está tomada por los pelos y se podría haber prescindido totalmente de ella.

Una exquisita presentación y descripción de los personajes y del entorno, como es habitual en Läckberg, favorece que el lector se sienta atraído por el relato y que poco a poco vaya incorporándose a la acción y aunque se vayan dando pasos muy pequeños, la tensión va manteniéndose y subiendo, a pesar de verse interrumpida al alternar el crimen de hace 30 años y el episodio del siglo XVII con el asesinato actual.

¿Qué relación tienen los crímenes de las dos niñas? Esa es la gran cuestión ya que las dos niñas de trece años que fueron declaradas culpables del primero de los crímenes, ya mujeres, vuelven a encontrarse en el mismo lugar y en el mismo momento en que se produce el segundo asesinato. Pero las que fueron grandes amigas ahora están distantes y no se tratan. Sus dos hijos, chico y chica, se encuentran y se enamoran. Los distintos focos de la acción están bien situados, aunque el de los emigrantes es más artificial y podría haberse omitido, pero es un tema muy actual en ese país y no se ha perdido la ocasión de traerlo a colación y hasta reflejarse en el título original de la novela.

El relato juega mucho con los aspectos afectivos de los personajes: hay un deseo de hablar de la felicidad, de la frustración y como ya va siendo ocurrente, dejando un amplio margen a todo tipo de conductas sexuales, pero sin estridencias.

En conjunto es una buena novela policiaca y social, aunque parece que la autora ha tenido en cuenta el aspecto comercial introduciendo elementos que resultan artificiales y se apartan de la línea genuina de las primeras entregas.

martes, 20 de marzo de 2018

Cuando sale la Reclusa


Fred Vargas
Siruela, Madrid, 2018, Págs. 402. TO. Quand sort la recluse, Trad. Anne-Hélène Suárez Girard.


Nueva novela de Fred Vargas (Frédérique Audoin-Rouzeau, París 1957) con el Comisario Jean-Baptiste Adamsberg, quizá el personaje más trabajado y conseguido de la novela policiaca actual. En efecto, el Comisario, ya conocido para los que han seguido la serie es un hombre con un carácter muy bien definido, que se ha hecho familiar para el lector y que sabe cómo va a reaccionar, pues tanto sus sentimientos humanitarios, como sus planteamientos morales son muy claros, definidos y predecibles, a poco que se piense. Su profunda intuición y una tenacidad que intenta superar todos los obstáculos, a la vez que la confianza en el equipo, hacen que todo acabe por resolverse.

Adamsberg es un personaje agradable, campechano, asequible, coherente, pero también lo es el resto del numeroso equipo: la teniente Retancourt y la teniente Froissy, las dos mujeres de la Brigada, Mercadet con sus ataques de sueño, Voisenet, etc y luego el teniente Veyrenc, que es bearnés como el comisario y se conocen desde la infancia.

La novela comienza con un caso menor, resuelto con presteza por el Comisario y otro, doméstico, también pequeño y de fácil solución. Pero el caso importante, se origina de la nada, mejor dicho, de la curiosidad de Adamsberg, que descubre, de refilón, en el ordenador de uno de los de la Brigada, el seguimiento de unas muertes por picadura de la araña “reclusa”. El comisario, piensa y desconfía de que sean muertes accidentales normales; al principio, no se le pasa por la cabeza comunicar sus sospechas al resto del grupo, pero más tarde las comparte con unos cuantos y acaba por tener que hacerlo con todos. No va a ser bien recibido por unos cuantos, suscitándose una pequeña rebelión en el grupo, en la que su segundo Danglard va a tener una parte muy activa.

Las investigaciones van a remitir a una situación antigua y de ahí a descubrir unos delitos que se prolongan hasta el momento actual. No faltará la lección de historia, tan propia de la Fred Vargas, arqueóloga de formación.

Lo sorprendente es poder hacer una novela de esta envergadura con tan pocos elementos, y aquí radica la genialidad esta autora, que tiene una imaginación desbordante y una buena capacidad narrativa para mantener un ritmo que siempre va a más y no que cesará hasta la última página.

Las descripciones de lugares, personajes, tanto principales como secundarios y la puesta en escena de los principales escenarios, reflejan un alto oficio literario, que explica porque se puede mantener una serie de un personaje así, sin que se desgaste.

En conjunto, una buena novela, entretenida, bien narrada y escrita, buena para los amantes del género y para todos los que quieran pasar un rato agradable con un material de calidad.

martes, 13 de marzo de 2018

Visión binocular


Relatos nuevos y escogidos
Edith Pearlman
Anagrama, Barcelona, 2018, Págs. 505. TO. Binocular Vision. New and Selected Stories. Trad. Amado Diéguez Rodríguez.


Los cuentos son instantáneas, relatos cortos que narran un momento de una historia que no tiene por qué ser completa, puede estar abierta. Pearlman (Providence, Rhode Island 1936) nos ofrece un conjunto de 34 cuentos que cómo las fotografías sacadas por un buen fotógrafo retratan desde un ángulo especial, un momento, para hacer de ellos una historia singular. Si nos paramos en los personajes que describe, tendremos una colección de descripciones de niños, jóvenes y mayores que son normales en la mayoría de los casos, pero que muestran esa singularidad que tiene cada persona, y que se manifiesta en una situación concreta. Se trata de momentos en los que saca partido de algo muy normal. Sabe mirar y sabe relatar lo que ve y hacer que el lector se fije en ello. Todo es la sencillez de lo conocido, de lo habitual, y todo es novedad, le basta una frase o hasta una palabra, para hacer del relato algo original y nuevo.

Muchas veces son situaciones en las que nos hemos podido encontrar todos, por ejemplo, el cuento con el que abre el volumen y que es la historia breve de una familia, que en la ciudad pierden a una niña. La historia descubre los sentimientos de la niña y de los padres y lo hace de una manera que el lector siente con unos y otra. Pero también hay situaciones excepcionales, como la de la niña deseada que nace con graves carencias y vive sujeta a unas máquinas en el hospital. ¿Cómo reaccionar ante esto? Todo el hospital gira alrededor de ella y las reacciones son de ternura, de comprensión, de cariño, aunque el desenlace no se prevé.  En otras ocasiones son las cosas las que están sujetas a una descripción pormenorizada, como el caso de una partida de póker, los jugadores, las distintas manos y posturas, etc. con todas sus posibilidades y la manera en que los jugadores ven y juegan. Una descripción de los buzones de un edificio nos introduce en la forma de ser y de vivir de sus dueños. Un padre enfermo y una familia pendiente de él y, organizando toda la vida pensando en él.

Con frecuencia aparecen tipos variados de judios, refugiados o asentados ya en América, casi todos ellos poco religiosos, otras veces es el envejecimiento bien llevado o el amor de los esposos hasta el final. Casi no hay sentimiento que no aparezca aquí. Hay algunas situaciones inmorales y otras, la mayoría, de una exquisita ética que domina toda la situación.

Dos relatos merecen pararse en ellos, Vaquita, historia de una ministra judía de un país americano, que pasó un largo periodo encerrada en un establo con una vaca, a la que le iba contando todo tipo de historias, sobre todo médicas, pues estudiaba medicina y otro, el que da nombre al conjunto de relatos, Visión binocular, historia de unos prismáticos, con una final absolutamente imprevisible

Y todo esto escrito con una gran pulcritud, con una belleza estilista soberbia, que hacen del libro una colección de cuentos absolutamente excepcional. Parece mentira que una escritora así, con un buen número de galardones, no sea más ampliamente conocida.


domingo, 25 de febrero de 2018

El lado oscuro del adiós


Michael Connelly
Alianza Editorial, Madrid 2017, TO. The Wrong Side of Goodbye. Trad. Javier Guerrero Gimeno.

De nuevo Harry Bosch y, además, no se jubila, sino que trabaja de detective privado y se asocia a una comisaria de una zona de Los Ángeles.

En la novela se van a desarrollar dos casos independientes: uno privado que es el más importante y otro de un violador en serie, de carácter oficial. Como es lógico, los dos se van a resolver, esto ya lo sabemos, pero lo importante es cómo se resuelven. En el caso del violador se sigue el esquema policial, que Harry conoce muy bien: comienza por establecer nexos, examinar casos similares, pedir la colaboración ciudadana y acaba resolviéndose siempre en el límite, que es lo esperado en estas situaciones: se va acorralando al asesino, aunque no se sepa quién es, y cuando éste llega a su límite, se descubre y se precipitan los acontecimientos. En esta situación Harry se muestra cómo es: resolutivo y buscando siempre lo mejor, aunque eso le pueda traer problemas y salvando una situación que ha llegado al límite.

El caso principal, que da nombre a la novela, es el de un magnate de tercera generación, heredero de una gran industria aeronáutica que ya, muy enfermo, quiere resolver un interrogante que le ha ido persiguiendo toda la vida: ¿Tiene un heredero? Cuando era estudiante en el primer año de universidad, tuvo un lío amoroso con una chica mexicana y aunque estaba embarazada la abandonó por las exigencias de su padre: ¿qué paso con ese niño?

Harry tendrá que hacer gala de todo un arte de la investigación para remontarse a un pasado muy lejano y resolver a base de registros y de entrevistas lo que parecía imposible. Todo se mezcla con su propia vida ya que coincidió en algún momento con el presunto hijo. Desde el principio el magnate no da señales de vida, de forma que Harry va actuando por la inercia y por el generoso dinero que le dio al principio solo por ir a visitarle. La investigación es difícil porque a la corporación que heredaría las empresas no le interesa nada que se resuelva el caso.

Como todos los episodios anteriores la novela está escrita con lógica, sin saltos incomprensibles y siguiendo un esquema muy bien estudiado; el resultado es un relato ameno, que distrae y que no deja de enseñar a hacer un trabajo bien hecho, con conciencia, sin egoísmos y con deseos de hacer el bien fundamentalmente.