Relatos nuevos y escogidos
Edith Pearlman
Anagrama, Barcelona, 2018, Págs. 505. TO. Binocular Vision.
New and Selected Stories. Trad. Amado Diéguez Rodríguez.
Los cuentos son instantáneas, relatos
cortos que narran un momento de una historia que no tiene por qué ser completa,
puede estar abierta. Pearlman (Providence, Rhode Island 1936) nos ofrece un
conjunto de 34 cuentos que cómo las fotografías sacadas por un buen fotógrafo retratan
desde un ángulo especial, un momento, para hacer de ellos una historia
singular. Si nos paramos en los personajes que describe, tendremos una
colección de descripciones de niños, jóvenes y mayores que son normales en la
mayoría de los casos, pero que muestran esa singularidad que tiene cada persona,
y que se manifiesta en una situación concreta. Se trata de momentos en los que saca
partido de algo muy normal. Sabe mirar y sabe relatar lo que ve y hacer que el
lector se fije en ello. Todo es la sencillez de lo conocido, de lo habitual, y
todo es novedad, le basta una frase o hasta una palabra, para hacer del relato
algo original y nuevo.
Muchas veces son situaciones en las que
nos hemos podido encontrar todos, por ejemplo, el cuento con el que abre el
volumen y que es la historia breve de una familia, que en la ciudad pierden a
una niña. La historia descubre los sentimientos de la niña y de los padres y lo
hace de una manera que el lector siente con unos y otra. Pero también hay
situaciones excepcionales, como la de la niña deseada que nace con graves
carencias y vive sujeta a unas máquinas en el hospital. ¿Cómo reaccionar ante
esto? Todo el hospital gira alrededor de ella y las reacciones son de ternura,
de comprensión, de cariño, aunque el desenlace no se prevé. En otras ocasiones son las cosas las que
están sujetas a una descripción pormenorizada, como el caso de una partida de
póker, los jugadores, las distintas manos y posturas, etc. con todas sus
posibilidades y la manera en que los jugadores ven y juegan. Una descripción de
los buzones de un edificio nos introduce en la forma de ser y de vivir de sus
dueños. Un padre enfermo y una familia pendiente de él y, organizando toda la
vida pensando en él.
Con frecuencia aparecen tipos variados
de judios, refugiados o asentados ya en América, casi todos ellos poco religiosos,
otras veces es el envejecimiento bien llevado o el amor de los esposos hasta el
final. Casi no hay sentimiento que no aparezca aquí. Hay algunas situaciones
inmorales y otras, la mayoría, de una exquisita ética que domina toda la
situación.
Dos relatos merecen pararse en ellos,
Vaquita, historia de una ministra judía de un país americano, que pasó un largo
periodo encerrada en un establo con una vaca, a la que le iba contando todo
tipo de historias, sobre todo médicas, pues estudiaba medicina y otro, el que
da nombre al conjunto de relatos, Visión binocular, historia de unos
prismáticos, con una final absolutamente imprevisible
Y todo esto escrito con una gran
pulcritud, con una belleza estilista soberbia, que hacen del libro una
colección de cuentos absolutamente excepcional. Parece mentira que una
escritora así, con un buen número de galardones, no sea más ampliamente conocida.
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