Toni Morrison
Lumen. Barcelona, 2012,
Págs, 159, TO: Home, Trad Amado Diéguez.
Morrison ganó el premio
Nobel en 1993. Volver, el último de
los diez títulos que componen su obra
literaria, está dedicada a su hijo Slade,
muerto hace dos años. Para los especialistas en la autora, el estilo con que
está escrita es muy similar a su anterior publicación: Mercy (Una bendición) de
2008 y marca un cambio de rumbo.
Estamos a mediados del
siglo XX, Frank Money, es un soldado negro que ha combatido en la guerra de Corea
y que ha vuelto hace un año a los Estados Unidos, de ahí el título castellano o
el más expresivo original inglés. Recibe una carta preocupante en la que se
habla de su hermana Ycidra, “Cee”: “Ven cuanto antes. Ella habrá muerto si
tardas mucho.” Y ante esta llamada, abandona todo para ir a salvarla, ya que
siempre la ha estado cuidando y protegiendo. Y aunque éste sea el simple
argumento, es más bien, una ocasión para mostrar su pensamiento sobre la vida,
la familia, el sentido de las cosas, el racismo y la situación de la mujer, que
es lo que da consistencia al relato.
Frank es un personaje
curioso: es presentado como enfermo
mental. Precisamente la narración comienza en un hospital psiquiátrico en el
que está preso y del que se escapa para comenzar su viaje. A través de
monólogos vamos descubriendo el pasado, bastante duro por el que ha pasado. La
guerra para él fue especialmente traumática, pero a la vez, fue una experiencia
con sentido en una vida desarraigada y dura desde los inicios: “Al menos en la
batalla hay un objetivo, emoción, audacia y algunas oportunidades de ganar
junto a muchas de perder. La muerte es cosa segura, pero la vida es igual de
cierta”. Es el único que queda de sus amigos y los recuerdos le atormentan,
sobre todo alguno especialmente doloroso.
Pero la vida que lleva
ahora es también terrible: una sociedad racista que no le ve con buenos ojos,
después de haberse jugado la vida por ellos. Esta es una temática muy de la
autora, que aquí no iba a faltar, junto con un cierto feminismo, siempre
presente en sus obras.
El estilo de la novela es
peculiar: frases cortas, bien construidas y muy precisas, parcas en adjetivos;
es decir una redacción muy escueta que le viene bien con el tipo de relato.
Quizá no es la mejor
muestra de la literatura de Morrison, pero se lee con gusto y no se aparta de
sus temáticas habituales.