viernes, 29 de marzo de 2013

Volver


Toni Morrison
Lumen. Barcelona, 2012, Págs, 159, TO: Home, Trad Amado Diéguez.

Morrison ganó el premio Nobel en 1993. Volver, el último de los diez títulos que componen su obra
literaria, está dedicada a su hijo Slade, muerto hace dos años. Para los especialistas en la autora, el estilo con que está escrita es muy similar a su anterior publicación: Mercy (Una bendición) de 2008 y marca un cambio de rumbo.

Estamos a mediados del siglo XX, Frank Money, es un soldado negro que ha combatido en la guerra de Corea y que ha vuelto hace un año a los Estados Unidos, de ahí el título castellano o el más expresivo original inglés. Recibe una carta preocupante en la que se habla de su hermana Ycidra, “Cee”: “Ven cuanto antes. Ella habrá muerto si tardas mucho.” Y ante esta llamada, abandona todo para ir a salvarla, ya que siempre la ha estado cuidando y protegiendo. Y aunque éste sea el simple argumento, es más bien, una ocasión para mostrar su pensamiento sobre la vida, la familia, el sentido de las cosas, el racismo y la situación de la mujer, que es lo que da consistencia al relato.

Frank es un personaje curioso: es  presentado como enfermo mental. Precisamente la narración comienza en un hospital psiquiátrico en el que está preso y del que se escapa para comenzar su viaje. A través de monólogos vamos descubriendo el pasado, bastante duro por el que ha pasado. La guerra para él fue especialmente traumática, pero a la vez, fue una experiencia con sentido en una vida desarraigada y dura desde los inicios: “Al menos en la batalla hay un objetivo, emoción, audacia y algunas oportunidades de ganar junto a muchas de perder. La muerte es cosa segura, pero la vida es igual de cierta”. Es el único que queda de sus amigos y los recuerdos le atormentan, sobre todo alguno especialmente doloroso.

Pero la vida que lleva ahora es también terrible: una sociedad racista que no le ve con buenos ojos, después de haberse jugado la vida por ellos. Esta es una temática muy de la autora, que aquí no iba a faltar, junto con un cierto feminismo, siempre presente en sus obras.

El estilo de la novela es peculiar: frases cortas, bien construidas y muy precisas, parcas en adjetivos; es decir una redacción muy escueta que le viene bien con el tipo de relato.

Quizá no es la mejor muestra de la literatura de Morrison, pero se lee con gusto y no se aparta de sus temáticas habituales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario