John
Connolly
Tusquets,
Barcelona 2017, Págs 444. TO. A Song of Shadows
John
Connolly, conocido por sus novelas del detective privado Charlie Parker, nos
ofrece otra de la misma serie. En ella tiene que recuperarse física y
mentalmente del atentado que ha sufrido y resolver un caso en el que se ve
metido por pura vecindad
Se
traslada a Boreas, un pueblo de Maine y acompañado, de lejos pero muy cercanos,
de sus inseparables Ángel y Louis, dos sujetos que le profesan una absoluta
devoción y que son más asesinos a sueldo que otra cosa y bajo la mirada del
agente Walsh de la policía del Estado y del agente Ross, de los federales.
El
Estado de Maine tiene una abundante población de origen alemán, descendientes
de un grupo numeroso de luteranos, que llegaron el siglo XVIII. Este dato va a
ser decisivo para entender la novela y su trama.
Poco
tiempo antes, también, se ha trasladado la señora Ruth Winter y su hija Samanta
de 9 años y que está muy unida a su abuela Isha, con la vivieron después de que
el padre muriera. Son dos casas veraniegas, junto a la playa y relativamente
aisladas. Parker pronto se da cuenta de que algo pasa, sobre todo cuando
aparece un cadáver en la playa, arrastrado por las mareas y en unas
circunstancias poco normales. También intuye que algo le ocurre a la señora Winter,
que es judía, ya que después de un tiempo desaparece de la jamba de su puerta
la mezuzá que no falta en ninguna casa judía, pero ella se niega a revelarle
más detalles y acaban por distanciarse.
Como
era de esperar la situación se va complicando con otros hechos delictivos y
aparecen unos extraños vínculos entre judíos ricos que se les envió a un campo
de exterminio especial -Lubsko, quizá una invención suya- y los que gestionaban
ese campo.
A la
vez una agencia estatal está investigando a alemanes que en su momento fueron
acogidos en
USA pero que se desconfía de la validez de los datos que aportaron
y de la veracidad de sus documentos y se piensa que podrían ser nazis, que
participaron activamente en las matanzas de judíos y que huyeron en su momento.
El
final de la novela es bastante poco previsible, pero coherente. Charlie Parker
acabará siendo el detective intuitivo, cínico, resolutivo, y el único capaz de
resolver unos casos en los hay muchos policías en ellos, pero son incapaces de
tirar del hilo que deshará la madeja.
Los
personajes que entran en escena son los habituales del entorno de Charlie
Parker, muy conocidos para los que siguen la serie de novelas, así que tampoco
se detiene mucho en su descripción. Los policías locales que intervienen en la
acción aparecen con los datos mínimos para esbozarlos. Los fenómenos
paranormales a los que recurre en otras novelas, son aquí más limitados pero no
dejan de tener importancia
Los
datos que da sobre algunas costumbres judías y sobre el campo de Lubsko son
interesantes y aportan una novedad.
En la
novela, quizá se detiene demasiado en acontecimientos y en detalles periféricos
que pueden aburrir al lector que solo busca acción, pero le dan consistencia
literaria al relato.