viernes, 13 de noviembre de 2015

El expreso de Tokio

Seicho Matsumoto
Libros del Asteroide, Barcelona, 2014, 2ª ed. Págs. 214. TO. Ten to Sen. Trad.Marina Bornas.

Excelente novela policiaca pura de un escritor japonés, quizá poco conocido en occidente, sin embargo Seicho Matsumoto (1909-1992) es autor de una amplísima obra. Reconocido como gran escritor de novela negra, publicó El expreso de Tokio primero por entregas entre 1957 y 1958 y más tarde, dado su éxito salió en forma de libro, que es como nos ha llegado a nosotros.

Como toda novela de otras culturas tiene una dificultad qu es la de los nombres, pero pronto nos hacemos con el personaje principal y casi descartamos a la comparsa, sin que sea un inconveniente para disfrutar de una novela tremendamente ingeniosa y única

Jutaro Torigai, es un detective de la comisaría de Fukoaka y el personaje principal. Le toca reconocer un caso aparentemente de suicidio doble, pero aunque todo apunta a calificarlo así, como buen investigador que es, descubren un detalle mínimo que le hace pensar en otra posibilidad y comienza la investigación aunque no haya ningún elemento firma. El caso interesa también en Tokio porque el miento es un alto funcionario de un ministerio donde se ha detectado un caso importante de corrupcion y era el testigo principal. Curiosamente ahora que tanto nos lamentamos de la corrupcion y luchamos contra ella, la historia nos recuerda que es un gene eso universl que corresponde el crimen, descubre algún detalle sospechoso y comienza a investigar.
Como el caso es de corrupcion también se interesa en el caso la policia de Tokio y el inspector Mibara. Son dos personajes muy distintos, Torigai es mayor y Mibara es joven, cada uno va a aportar vida y consistencia a la investigación.
La trama es sumamente atrayente porque desde la ausencia de datos se investiga en un empresario que tiene todos los Cabos amarrados y todas las coartadas posibles del mundo. ¿tIene que ver algo con el suceso? ¿Estamos ante un suicio o ha habido asesinato? Y así comienza a desarrollarse una trama en la que los horarios de los trenes son absolutamente fundamentales. Se trata de ver el trabajo lento y concienzudo de los investigadores, de cómo se llenan de alegría al descubrir una pista que desagradecida mente no les lleva a ningún sitio, de cómo tienen que emplear un tiempo grande para no descubrir a la postre nada. Es una visión policial fuera de los esquemas que las novelas del genero nos aportan. Estos policías son gente muy normal que hace un trabajo también muy normal. Se salen de la visión actual de los policías, de los investigadores, que son personas complejas, especiales, singulares, con con frecuencia con muchos vicios. aQui no, son personas que piensan, pasean, se equivocan sencillamente y sobre todo trabajan con tenacidad y no con golpes de suerte o casualidades como suelen resolverse muchas tramas. Y al final es sorprendente, porque no hay nada más sorprendente que la realidad cotidiana.

Y con esto está dicho todo sobre el valor de esta novela.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Las hijas de Zalman


Anouk Markovits
Salamandra, Barcelona, 2014. Págs. 252, TO: I am forbidden, Trad. Magdalena Palmer

Tenemos habitualmente una imagen distorsionada de los judíos ultraortodoxos, que se limita a algo puramente visual: sus largos abrigos negros, sus sombreros y sus tirabuzones, pero más allá de esa imagen hay muchísimo más y mucho más sorprendente. Esta novela descubre el mundo, distinto, inimaginable, de las comunidades jasidicas.
Las hijas de Zalman, comienza en la Europa del Este, entre Hungría y Rumania dónde hay comunidades de jasidines que tienen que enfrentarse como todos los judíos a las persecuciones y al horror nazi. Zalman Stern, líder de la comunidad jasídica satmer, está casado con Hannah: tienen una hija, Atara, a la que se unirá otra niña Mila. En la salvación de esta niña interviene otro niño judío, Josef Lichtenstein, testigo superviviente del asesinato de su familia a manos de un guardia de hierro rumano. Recogido por la criada de la familia, le bautiza y le hace pasar por hijo suyo, y cinco años después, él mismo salva a Mila, que también ha sido testigo del asesinato de su familia. Mila consigue llegar hasta Zalman,
Pero Zalman al tener conocimiento de la existencia de Josef lo rescata y es enviado a USA donde en Williamsburg, volverá a ser un judío practicante. Con el paso de los años las familias arreglan el matrimonio entre Josef y Mila.
Un momento clave en la novela, es cuando Atara contraviene el sábado con Mila, montando en bicicleta en los jardines de Luxemburgo, ya que la familia se ha traslado a París huyendo de las persecuciones nazis. Zalman, al enterarse, actúa con una dureza extrema por haberse roto lo más sagrado de la tradición y la reacción de Atara es de rechazo total a esas tradiciones que ya llevaba tiempo investigando y rechazando. Es el punto final de un proceso de replantearse la verdad de las interpretaciones rabínicas.
La parte más interesante de la novela es la vida de Mila, enfrentándose a una situación moral
personal difícil de soportar y de la que no sabe cómo salir, ya que ha perdido todo el sentido de las cosas y va de una interpretación a otra.
La novela es sorprendente, coge al lector y le sumerge en el mundo inimaginable pero real, donde viven estos judíos, totalmente aislados del exterior, voluntariamente, porque fuera está el mal. Para un extraño es un mundo opresivo, lleno de múltiples mandatos, de prohibiciones, de una visión negativa de muchas cosas sencillamente buenas. Pero en ese mundo opresivo ellos viven felices, orgullosos de su situación, esperando un Mesías que habrá de venir, expiando por los pecados constantemente.

Si no sabíamos lo que ere este mundo aquí tenemos una descripción de primera mano, ya que Anouk Markovits, la autora, se ha criado en ese ambiente. El análisis de los sentimientos de los variados personajes, delicadamente expuestos, bien trazados y contribuyen a hacer del relato algo entrañable y que no se abandonará.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Tiempos de Hielo

Fred Vargas
Siruela. Madrid, 2015, Págs. 343. TO. Temps Glaciaries. Trad. Anne-Hélène Suárez Girard


En más de una ocasión nos hemos parado a considerar la gran variedad de novelas policíacas y de autores, cada uno con su manera de ver a sus personajes y los ambientes y que han contribuido a revalorizar este género y a superar la triste categoría de entretenimiento. Fred Vargas (Pseudónimo de Fréderique Audoin-Ruozeau, París 1957) es una de estas autoras.

Sus novelas son siempre cultas y con una deriva histórica en la trama que las hace sencillamente distintas y que es una pena que los traductores, sin fidelidad al texto original introduzcan palabras malsonantes que difícilmente encajan con el pulcro modo de narración de la autora.

Merece la pena pararse en los personajes, sobre todo en el principal, el Comisario Adamsberg, del que es difícil sustraerse por su humanidad, su manera peculiar de encontrar enfoques, propios de una mente rica y compleja y por su manera de tratar y comprender a las personas. Es un personaje redondo, bien estudiado, sin estridencias dentro de su peculiaridad. Lo mismo ocurre con el resto del personal de la comisaría parisina a la que pertenece, más secundarios, pero que están también bien centrados en su persona y en sus papeles, son personajes reales muy de carne y hueso. Todos ellos convincentes.

La forma de narrar literariamente es muy buena, sabe utilizar los recursos, crear ambientes y mantener un tempo con fuerza pero sin ese desasosiego que caracteriza a muchos otros escritores y que lleva a unos relatos desiguales, por momentos explosivos y por momentos lentos y muy de relleno. Eso sí, en Fred Vargas siempre va a haber algo que se salga de lo común, en este caso no se pierda el lector al jabalí Marc, con su delicado hocico de pato y una fina ironía muy francesa que mantiene alerta en la lectura. Los casos son siempre complejos, sutiles, se escapan, pero van tomando forma y acaban por ser compactos y con explicaciones reales.

En esta novela se entremezclan dos historias, una primera que sugiere el título del libro, ocurrida en Islandia y otra que nos introduce en la revolución francesa y el círculo Robespierre. Aquí radica la peculiaridad de esta escritora: meternos en una asuntó histórico bien documentado y sin ningún tipo de interpretación gratuita o novelación, y que tiene repercusión en un hecho actual. Los asesinatos que van apareciendo, comenzando por el de Alice Gauthier, una profesora de matemáticas de sesenta y seis años desconciertan a todos, porque nos encontramos con un asesino listo y desconcertante.


Puede costar entrar en el mundo literario culto y a veces fantástico de Fred Vargas, pero si nos dejamos llevar acabaremos por buscar sus novelas que para algunos críticos son la mejor novela policiaca actual

viernes, 23 de octubre de 2015

Camina la noche


Álvaro Silva
Acantilado, Barcelona 2015. Págs. 424


Álvaro Silva (Vitoria 1949) es conocido por ser un gran especialista en Tomas Moro y por su dedicación al humanismo, pero ahora se presenta como novelista con Camina la noche y para ser la primera incursión en el género no deja de sorprender. Aunque vive en Boston desde 1980 no ha perdido sus raíces hispanas y prueba de ello es el culto castellano que utiliza y el mismo tema de la novela.

Tiene tres partes, dos de ellas, la primera y la última transcurren en 1962 y son la misma acción, la intermedia, la más extensa, se desarrolla en 1936 en el mes de julio y en el momento en que se inicia la guerra civil española. Todo el decorado es madrileño.

La historia tiene una cierta intriga y es ingeniosa, pero no se pretende que el lector descubra nada. Isabel Ramos, hija única de María, no ha conocido a su padre y su madre lo único que le puede contar es que en los momentos del inicio de la guerra poco después de casarse y de haberse trasladado de un pueblo de Burgos a Madrid con poquísimo dinero, una mañana salió de casa y ya nunca volvió a saber de él. Isabel, que siempre vive con el deseo de saber qué ha pasado con su padre, un día recibe una extraña llamada telefónica preguntando por él. Silva, entonces, retrocede en el tiempo, hasta 1936, comenzando la segunda parte.

El relato de 1936 es el núcleo fuerte de la novela. Es la sorprendente historia de Cristóbal Ramos, el padre desaparecido; de Sabino Gómez Duval, un sacerdote y de Julio Espino un comisario de policía recién trasladado de una comisaría madrileña al ministerio del interior para iniciar con otros un nuevo servicio de inteligencia.


No puedo detallar los hechos para no desvelar la agudísima trama de la novela, que la hacen muy singular, basten algunos detalles. Cristóbal es poseedor de una historia de amor conmovedora y de una fe sencilla y de una gran fortaleza. El comisario Espino es un hombre bueno, pero su afán por hacer bien las cosas y por progresar en su profesión no le permiten ver los hechos con claridad y aunque tiene el consejo e intuición de su mujer que siempre le ha aconsejado correctamente, en esta ocasión le faltan agallas para tomar las decisiones adecuadas. El sacerdote también quiere hacer las cosas bien y tomar las decisiones correctas y posiblemente las toma, aunque de un modo involuntario actúa de un modo terrible sobre la vida de Cristóbal.

Esta segunda parte es gloriosa, con unas descripciones de los horrores de aquellos momentos ponderados pero justos y escalofriantes. Pero sobre todo es un estudio de la interioridad humana, finísimo y profundo. El autor sabe penetrar tanto en el interior de Cristóbal, como en el del sacerdote o en del policía, e igualmente en la interioridad femenina tan sutil como variada y desconcertante para el hombre, manifestando un conocimiento de la persona que no es común en la narrativa actual. Sólo por esto la novela merecería la pena. Pero además los cuadros de acontecimientos y de lugares son vivos, coloristas, sabiendo pararse en detalles que a otros se pueden pasar inadvertidos.

La tercera parte es el encuentro de todos los personajes, y la solución común. Breve como la primera, pero es redonda y se vuelve a penetrar en el interior del corazón de las personas incidiendo en el tema del arrepentimiento y el perdón, del que el autor vuelve a dar muestras de un fina intuición y conocimiento y de una buena carga antropológica.

Dejo para el final hablar del lenguaje. Es rico, purista, preciso, quizá un poco denso y prolijo en ocasiones, con párrafos largos y minuciosas descripciones.

Puede cansar a algunos lectores, pero es un ejemplo de una buena literatura siguiendo los cánones de un castellano puro y de cómo el clasicismo bien empleado arropa formalmente a una novela inteligente.


Creo que hacía mucho tiempo que no leía una novela tan cuidada, tan exquisita, aunque conociendo al autor era lógico que si derivaba por estos derroteros el resultado no podría ser otro.

viernes, 2 de octubre de 2015

Viajo Sola


Samuel Bjork
Suma de Letras, Barcelona, 2014, Págs.550. TO. Det henger en engel alene i skogen, Trad. Martín Simonson


Un autor noruego desconocido para el público español, cantante, artista que ha expuesto en varias galerías de arte contemporáneo, autor de obras de teatro y de dos novelas anteriores: Pepsi Love (2001) y Speed for breakfast (2009), se presenta con esta novela policiaca editada ya en 20 países y que ha sido uno de los libros más vendidos en su país.

La novela es típica del género policiaco escandinavo y, con todos los ingredientes que le han singularizado: conductas psicópatas extremas, familias rotas y uniparentales, desorientación religiosa y sectas, personajes solitarios y sin esperanza, sociedad vagabunda de valores, alcoholismo y sexo. Y todos estos rasgos pueden dar origen a historias verdaderamente espeluznantes, llenas de morbo y que bien contadas pueden dar lugar a novelas buenas del género y, esto es lo que pasa con “Viajo sola”. Ahora bien, atentos a los amantes del género, es novela policiaca, pero sobre todo en el fondo es una novela nórdica sociológica.

El modo de narrar es muy lineal, facilitándose así la lectura. En los primeros capítulos van apareciendo personajes con una breve descripción significativa. Los principales son Holger Munch, inspector de la Unidad de Operaciones Especiales de Oslo, jefe de la inspectora Mía Kruger. Los dos protagonizaron un caso peculiar que acabó mal y fueron apartados de toda actividad policiaca, Holger en una comisaría de poca monta y Mía totalmente fuera. El caso de Mía es patético: ya ha programado su suicidio en una solitaria isla en la que vive apartada, sumida en las pastillas y en el alcohol. Del resto de personajes destaca un informático, un cerebro, que será definitivo para la resolución del caso.

Toda Noruega está en vilo ya que ha aparecido una niña de seis años, colgada de un árbol y vestida de forma grotesca y con un cartel que da nombre a la novela: Viajo sola. Para resolver el caso tienen que recurrir a Munch que a su vez, una vez aceptado, acudirá a Mía y restablecerán todo el equipo primitivo.

La historia se va desplegando con pequeños datos, insignificantes, datos colaterales aparentemente sin sentido, como el de la Iglesia de Matusalén, una secta claramente perniciosa, pero que luego ayudarán, al ensamblarse entre ellos, a resolver una sencilla trama, engañosamente compleja. Está muy bien descrito el método policiaco: al principio, no se tiene nada, todo son datos sueltos, pero poco a poco van colocándose en su sitio y esto no es por casualidad sino porque cada vez el investigador va profundizando en la realidad del asesino. Lo valioso es presentar todos esos pequeños momentos con calma y preparando lo que, con toda lógica, será la explosión final cuando se van atando los cabos sin sentido, que llevan al asesino. Es muy interesante la forma de trabajo mental de Mía y su gran capacidad de análisis.

El ritmo es excelente y en su conjunto es una buena novela, aunque el caso sea tremendamente desagradable y solo concebible en una mente profundamente enferma.


viernes, 21 de agosto de 2015

Un año y medio

Un año y medio
Sílvia Soler
Destino, Barcelona, 2015. Págs. 373. TO. Un any I mig. Trad. Ana Ciurans

Un año y medio es una novela de las que dejan algo, de las que ayudan a reflexionar y a plantearse cuestiones personales.

Su autora, Sílvia Soler (Figueras 1961) relata de una manera sencilla y agradable, la situación de una familia de cuatro hijos cuando llega el momento de la jubilación de los padres y cada hijo se ha montado la vida a su gusto y viven en lugares diferentes y distantes, truncando los proyectos de los padres, sobre todo de la madre.

La autora ha querido plantear una novela que reflejara los efectos de la crisis en la familia y que mostrará la evolución de esta institución. Era una empresa difícil, pero ha conseguido una aproximación al tema en una novela digna, que refleja la importancia de los lazos familiares y la capacidad única de la familia para respetar y aceptar  las diversas personalidades que se desarrollan en ella.

Las figuras claves son la madre, Tina, y el padre, Jaume. Son distintos y complementarios. Tina es una mujer activa y posesiva con los hijos, que ha procurado educarlos bien, pero que de una cierta manera, como le pasa a muchas madres, quiere hacerlos a su gusto. Su gran problema es que los planes que tenía para la familia se van frustrando y ella poco a poco se va encerrando más en sí misma y desarrolla un cierto pesimismo que influirá en las relaciones con los demás. Jaume, es un artista, se ha dedicado a los muebles y ha cultivado un fino espíritu con sus hijos; tiene un carácter más apacible que el de su mujer, es más comprensivo, mira con una mirada más amplia y tiene un amor más generoso. Los dos protagonizan un matrimonio que se ha ido desgastando a base de pequeñas detalles, como ocurre con cualquier relación, pero que aunque parece que naufraga se mantiene a flote no únicamente por los hijos, sino porque hay un cariño fiel y reflexivo que se mantiene a pesar de las dificultades. La psicología femenina esta quizá mejor reflejada que la masculina, pero en general es muy certera en ambos.

Los hijos los vamos conociendo poco a poco. El más pequeño, Roger, se dedica al surf y vive con sus padres en Badalona. Aparece como una persona con gran corazón, pero inmaduro, sin embargo, generoso y con capacidad de resolver problemas. Los tres restantes tienen unas vidas complicadas. El mejor es el mayor, Martí, arquitecto, el más equilibrado, que se ha traslado a Canadá buscando un trabajo y que lo encontrará y también a la que será su mujer. Las chicas son distintas: Berta es cocinera, vive en París, ha tenido una mala experiencia sentimental y lo que desea por todos los medios es tener un hijo al precio que sea. La más compleja es Célia que vive en Palma de Mallorca con una pareja que no le deja vivir ni crecer, pero que no tiene la valentía ni la fuerza para salir de la situación, aunque al final podrá afianzarse. Son muy distintos, quizá la descripción de sus personalidades es más plana que la de los padres y más superficial, pero el trazo general es bueno y los caracteres quedan reflejados. El aspecto sentimental es casi el centro de las vidas de cada uno y no siempre bien enfocado, pero correcto.


En su conjunto es un buen canto a la familia, a las relaciones entre hermanos, a la seguridad que da tener un lugar donde se es querido sencillamente por formar parte de esa familia. La autora la resumen en una buena frase: “La familia. Como una pasión (devoción, tormento, locura, calor, entusiasmo, emoción)”. Quizá se le puede achacar la falta de valores trascendentes que ayudarían a resolver una buena parte de los problemas que se plantean. 

miércoles, 1 de abril de 2015

La banda de los Sacco

Andrea Camilleri
Destino, Barcelona 2015, Págs. 192, TO. La banda Sacco, Trad. Juan Carlos Gentile Vitale.

Andrea Camilleri está unido al comisario Salvo Montalbano, el simpático policía creado en 1994 y que es el protagonista de más de treinta novelas en las que el ingenio siciliano, la alegría de sus gentes, la maravillosa cocina y también las peculiaridades de sus habitantes quedan tan bien reflejadas, pero un componente tan siciliano como la Mafia prácticamente no aparece en ellas excepto en uno o dos casos. De aquí la novedad de esta publicación.

La novela se basa en la terrible historia real de la familia Sacco, habitantes de un minúsculo pueblo, Raffadali, de la provincia de Agrigento en Sicilia. Está escrita como una crónica en la que a veces aparecen los personajes, sobre todo Alfonso, dando su visión de los hechos. Su lectura es estremecedora.

La acción transcurre en los años 20 del siglo pasado, aunque el desenlace final llegará cuarenta años después. Luigi, casado con Antonina, tienen seis hijos: Vincenzo, Salvatore, Giovanni, Girolamo, Filomena y Alfonso. Son una familia ejemplar que se han ido haciendo de la nada, a base de habilidad, ingenio y mucho trabajo. El padre ha sabido inculcar en sus hijos una honestidad que resiste a todo, el honor, el respeto y la ayuda incondicional a los demás. Su casa está abierta a todos, allí siempre hay comida para todo, los pobres siempre encontrarán una limosna. Es imposible no sentirse a gusto al leer la descripción de ellos y de alegrarse de que, a base de esfuerzo, progresen y se vayan haciendo con tierras, ganado y hasta una pequeña empresa. Pero la Mafia está ahí y mientras han sido pobres nadie les ha dicho nada, pero en cuanto han empezado a progresar intentan que se dobleguen a ellos y les paguen las cantidades que les requieren.

Pero Luigi no se va a plegar y junto con sus hijos se niegan reiteradamente a darles dinero y a partir de aquí comienza un calvario del que ninguno de la familia va a quedar exento. Luigi denuncia a los Carabineros la situación, pero no hacen nada, entre otras cosas porque aunque todo el mundo sabe lo que pasa, nunca nadie ha denunciado a un mafioso. Como el acaso cada vez es más tremendo tienen que comenzar a defenderse ellos mismos, ir todo el día armados y estar atentos porque las escaramuzas son constantes, ya que nadie puede oponerse a la Mafia. A partir de aquí, todo se precipita: acusaciones falsas, acoso continuo, los amigos desaparecen, y un largo etc de injusticias y de acoso casi imposible de creer.

La llegada del régimen fascista poco va a cambiar las cosas, más bien todo lo contrario y acaban los hermanos en la cárcel después de un juicio inicuo, lleno de falsedades y de un único testigo. Años de cárcel y por fin la rehabilitación después de muchos años. Verdaderamente incomprensible. En el fondo del lector queda algo grande, la nobleza de unos personajes analfabetos (todos menos uno) que no se rinden ante el mal revestido de poder y de corrupción.


Una vez más Camilleri, aunque apartándose de su género da muestras de ser un gran escritor y de saber retratar desde muchos puntos de vista al hombre, los puntos débiles y su grandeza. La novela es breve y se lee rápidamente. Recomendable a todas luces.

viernes, 27 de febrero de 2015

28 días

David Safier
Seix Barral, Barcelona, 2014, Págs. 412, TO. 28 Tage lang, Trd. María José Diéz Pérez.


Los estudios más o menos documentados y las novelas sobre el gueto de Varsovia son muy numerosos, así que comenzar a leer una nueva publicación cansa al lector experimentado y tiene que vencer una resistencia inicial. David Safier (Bremen 1966), sin embargo, conociendo estos datos se ha decidido a escribir esta novela y lo ha hecho como él mismo declara con grandes deseos de destacar algo que no muchas veces se ha recordado: la resistencia judía en el gueto. El autor es descendiente de víctimas del holocausto y como todo judío en esas circunstancias se ha criado en ese ambiente y lo lleva en sus vanas.

La historia que relata y que tiene como principal protagonista a Mira (personaje ficticio como todos los que aparecen), una chica de dieciséis años, se centra fundamentalmente en los 28 días en que los diversos grupúsuculos del gueto ( unos 1200 judíos) reorganizados y unidos ante el inminente final se enfrentaron heroicamente a las tropas alemanas que les asediaban, perdiendo todo miedo. Esta historia está basada en hechos reales ocurridos en 1942 y muy poco conocidos, ya que habitualmente se presenta a los judíos como víctimas que se entregan a su destino sin oponer ninguna resistencia.

La novela tiene dos partes: en la primera, el centro es la protagonista, que se dedica al contrabando y estraperlo en pequeña escala para poder subsistir y alimentar a su madre y su hermana, su amor por el joven Daniel, ayudante en un orfelinato, las aventuras cotidianas del gueto con los heroísmos y las mezquindades compartidas, las maneras tan distintas que tienen sus habitantes para intentar sobrevivir, perdiendo todos sus ideales y valores por una pequeña cantidad de comida. En este sentido no hay nada nuevo y los relatos ya publicados son muy numerosos y desde luego, en muchos casos, mejores.

La segunda parte comienza cuando pierde a su madre y a su hermana y ella decide entregarse en cuerpo y alma a la resistencia: comienza un relato heroico, lleno de tensión, y que, como es lógico, con técnica, coge al lector y le lleva de la mano hasta el desenlace final, no totalmente previsto. El autor (cfr. Entrevista al final de la novela) da mucha importancia a la que considera la pregunta crucial que hace cambiar a Mira: “Cada cual es libre de decidir la clase de persona que quiere ser… ¿qué clase de persona quieres ser tú?”.

El autor intenta hacer un análisis de los sentimientos de los principales personajes, sobre todo de Mira, pero es una tarea que se le queda grande y solo da brochazos de lugares muy comunes y no es capaz de entrar en profundidad; los mismos temas propios de estas situaciones: el amor, el sacrificio, el heroísmo, el dolor interior, la venganza, el miedo, junto a la traición o la lealtad, tampoco son penetrados certeramente.


Novela entretenida, puede ser iniciática y puede gustar a un público no muy exigente y también a jóvenes.

viernes, 20 de febrero de 2015

Vestido de novia

Pierre Lemaitre
Alfaguara, Madrid, 2014, Pagas 296, TO, Robe de Marié, trad. María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego

Novela muy desconcertante. Según se avanza en la lectura, el desconcierto va en aumento hasta llegar a más de la mitad del libro. El lector puede aguantar o no. Si aguanta comprobará la lógica de todo el relato y aplaudirá. Eso sí, para llegar al aplauso hay que soportar una alta tensión psicológica.

Lemaitre juega también literariamente con el lector porque si las partes del libro estuvieran organizadas de otra manera, seria todo más comprensible desde el primer momento, pero eso es la libertad del artificio literario y está en su derecho de plantear la novela de esta manera.

Sophie Duguet es la gran protagonista. Una mujer inteligente, culta, joven, casada, con un trabajo próspero y un marido que le adora y que también está muy bien situado profesionalmente. Sin embargo, de una manera incomprensible comienzan a ocurrirle cosas que no es capaz de explicar: pierde un regalo que acaba de comprar para su suegra y que encuentra al cabo del tiempo en un lugar absurdo, cambia en su correo electrónico una reserva para un restaurante sin que sea consciente de ello, y además, y es el colmo, roba en el supermercado en dos ocasiones. Por si fuera poco, a su alrededor comienzan a aparecer cadáveres: se ha convertido en asesina. Es el colmo de lo absurdo e incomprensible. ¿Me estoy volviendo loca? Es lógico pensarlo, y así lo cree en un primer momento, pero no se va a conformar con una respuesta fácil. Y Sophie comenzará a luchar y a desvelar la situación.  La tensión está servida de nuevo, pero ahora en la dirección contraria y el lector puede comenzar a respirar, porque entiende un poquito más, pero tampoco sabe cómo va a terminar aquello.

Y este es el relato, rebuscado, alarmante, pulcro y con fuerza y del que no se puede decir más porque es imposible sin desvelar el "truco" de la novela.

Realmente es un diálogo entre dos personajes, aunque también está la gran amiga de Sohie y al final aparezca un tercero, el padre de Sophie, definitivo para el desenlace; y es un diálogo con hechos y con pocas palabras, pero están tan bien enmarcados, son tan reales dentro de la ficción que mantienen una constante situación en la que nos vemos extrañamente inmersos. Es una pena que, como la intimidad de Sophie, sale al descubierto aparezcan delicadamente, pero con realismo, escenas de su vida sexual matrimonial que no hubiera sido necesario exponerlas de un modo tan explícito.

Posteriormente a esta novela que ganó el Premio del Salon du Polar 2009,  Pierre Lemaitre (París 1951) recibió por "Nos vemos allá arriba" el Premio Goncourt de 2013 culminando así una buena trayectoria literaria.