domingo, 30 de julio de 2017

Un nido de víboras

Andrea Camilleri
Salamandra, Barcelona 2017, Págs. 223. TO. Un covo di vipere. Trad. Carlos Mayor

Una vez más sale a nuestro encuentro el comisario Salvo Montalbano y todo su entorno, incluida Livia, la novia, la sirvienta, Adelina, que no puede ni verla, la trattoria de Enzo y todos los compañeros de la comisaría.

Esto quiere decir que el escenario es el habitual de todas sus novelas, con todo el encanto de unas descripciones vivas de esa Sicilia tan entrañable para Camilleri. En sus últimas novelas se ha detenido en los entornos familiares y aquí vuelve, dando un paso de tuerca y adentrándose en terrenos pantanosos.

La trama es muy sencilla: Cosimo Barletta, un hombre viudo, perito mercantil y adinerado, aparece muerto un domingo por la mañana a una hora muy temprana. Aparentemente ha sido asesinado de un tiro y es su hijo Arturo, el que descubre el cadáver, llamando enseguida a su única hermana Giovanna, para darle la trágica noticia.

Aunque la vida desarreglada y mujeriega del muerto y sus numerosos enemigos parece que van a proporcionar alguna pista firme, pasa el tiempo y los progresos en la investigación son lentos y casi nulos. En los paseos habituales del comisario, después de una copiosa y sustanciosa comida, es donde piensa, ata cabos y surgen esas intuiciones que le permiten ver los datos con claridad y con una lógica aplastante. Surgen así, los elementos necesarios, junto con la labor lenta policial, para ir desmadejando una trama que es más sencilla de lo que parece. Es posible que el lector habitual de Camilleri, sea también capaz de intuir algo de lo ocurrido, pero siempre le faltarán los pasos para descubrir toda la trama y resolver el caso con lógica.


El humor siempre presente en todas sus novelas sigue protagonizándolo Catarella, con sus palabras inventadas, los apellidos de los que llaman por teléfono que nunca coinciden con la realidad y sus salidas llenas de ingenuidad. El cinismo de Montalbano también hace acto de presencia, quizá más que nunca, pero compartido con su aplastante humanidad.


En pocas palabras una novela más de un prolífico autor, fiel a sí mismo, y que sabe explorar la naturaleza humana y sacar lo mejor y lo peor de ella. Escrita en un lenguaje pulcro y dominando el estilo y el ritmo.

jueves, 27 de julio de 2017

Un hombre sin aliento

Una investigación de Bernie Gunther
Philip Kerr
RBA Libros, Barcelona 2014, Págs. 521 (incluyendo nota histórica del autor). TO: A Man Without Breath, Trad. Eduardo Iriarte

En esta novela se juntas dos géneros que tienen amplia aceptación: el relato histórico con la trama policiaca, poniendo en movimiento a un investigador con el que el autor se encuentra a gusto: Bernie Gunther.

El acontecimiento histórico que sirve de fondo y da estructura es la célebre masacre del bosque de Katyn: por orden de la policía secreta de Stalin, dirigida por Beria, entre abril y mayo de 1940 se asesinaron a unos 22.000 polacos, acusados falsamente de espionaje y subversión. Entre ellos había unos 8000 oficiales del ejército, policías, sacerdotes, intelectuales y científicos. Fueron enterrados en unas grandes fosas en ese bosque, en territorio ruso actualmente. La novela transcurre cuando está en poder de los alemanes, en la primavera de 1943.

Este hecho histórico no está tocado a fondo, tampoco lo pretende el autor, pero si es fiel a los hechos reales y ayuda a tener una noticia más exacta de lo que allí ocurrió. Aunque se centre en este suceso tiene también en cuenta los asesinatos realizados por los alemanes con judíos polacos y que también fueron enterrados en grandes fosas no muy lejos de allí. Otros judíos polacos fueron llevados en masa a los campos de concentración.
El retrato de los campesinos rusos  o de los que trabajan para los alemanes, de esa zona ocupada, está bien hecho: son personas calladas, desconfiados, sufrientes y profundamente heridos en su ser como personas, por unos y por otros.

Bernie Gunther es un hombre sagaz, intuitivo, constante y con un instinto para no aceptar los hechos como aparentemente son y descubrir la verdad incansablemente y sin miedo a las heridas que pueda abrir. Sin embargo su moral, no es clara y no vacila en asesinar a un soldado alemán porque puede ser un peligro para un asunto de vital importancia. Es un crítico de Hitler y de la situación de Alemania y de la guerra y está, aunque casualmente, próximo a los que intentan atentar contra Hitler. Aunque trabaja en la Oficina de Crímenes de Guerra del Alto Mando Militar a las órdenes de un juez y en que la mayoría de sus miembros son críticos con el nazismo, es contratado por Goebbels, Ministro de Propaganda, para que monte un espectáculo mediático con los sucesos de Katyn, con objeto de reconocer un cierto prestigio internacional y elevar la moral del ejército y el pueblo, después de la derrota de Stalingrado y la marcha de la guerra en el norte de África. Sin embargo, no sólo se ocupará de esto sino de la investigación de unos crímenes que se han ido produciendo, camuflándose con estos hechos y que todo apunta a que su origen está entre alguien de las filas alemanas.

La novela está bien construida los hechos delictivos se resuelven con lógica y la dinámica del relato es adecuada, sin embargo es excesivamente larga y puede llegar a hacerse pesada. No obstante, en su conjunto, es aceptable y será satisfactoria para los amantes de ambos géneros.


lunes, 24 de julio de 2017

El legado de los huesos

Dolores Redondo
Destino, Barcelona, 2013. Págs. 549.


Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) ha inaugurado un nuevo género de novela donde se integran los elementos propios de la novela policiaca con la mitología navarra centrada en el Valle del Baztán.

La primera dificultad proviene de entender bien el sentido y el alcance de unos personajes mitológicos que resultarán absolutamente desconocidos y extraños a la gran mayoría de lectores y, aunque la escritora se esfuerce en explicarlos no acaban de ser convincentes ni claros, con el agravante de que son importante para poder entender el curso de los hechos.



Aunque es independiente de la primera novela, El guardián invisible, hay muchos datos en ésta que se dan por supuestos y pueden resultar oscuros para los que no la hayan leído. La inspectora Salazar vuelve a ser la protagonista absoluta del relato y las dos novelas, en las que se ve totalmente implicada su familia, dependen en buena parte de su historia personal, de su infancia. Muchos de esos datos se explican en El guardián invisible, por lo que de nuevo el lector se puede encontrar un poco perdido.

Los hechos narrados son muy complejos, pero en su conjunto, se dan varios asesinatos y los criminales reconocen su autoría sin ningún tipo de presión y con toda frialdad, pero una vez que se han declarado culpables acaban suicidándose y dejando una extraña palabra como mensaje. A la vez se descubre que los cadáveres de las víctimas tienen un brazo mutilado desde el codo. Los hechos se van entrelazando con otros asesinatos relatados en la novela anterior, y después de avanzar bastante la novela se va estableciendo la relación entre todos y el descubrimiento de un asesino muy peculiar. Eso sí, recurriendo a la iluminación de un personaje muy curioso, el inspector Dupree de Nueva Orleans, que la inspectora conoció en su entrenamiento con el FBI en Quantico, pero que además aquí desaparece sin dejar ni rastro.

La primera novela sorprendió por su originalidad, pero aquí se ha rizado demasiado el rizo y cansa en muchos momentos, independientemente de lo que ya se ha apuntado: es exhaustiva la referencia al mal tiempo de Elizondo y el Valle del Baztán, con descripciones largas, directas y con mucho calificativo; es una concesión a la galería el acoso, aunque gentil, del juez a la inspectora que desvía la atención; tampoco tiene sentido el giño obsesivo que hace a su propia maternidad, aunque sea un elemento clave de su historia personal y que acabe en una situación melodramática. Menos sentido tiene todavía, el hacer comparecer a la Iglesia Católica de una forma ridícula y a un personaje siniestro, el Padre Sarasola, sacerdote y psiquiatra y miembro de una institución que tiene una clínica en la ciudad de Pamplona y que hace que se involucren de una manera absurda en la investigación.


¿Qué ha pasado de una novela a otra? No lo sé, pero es frecuente en muchos escritores que se encuentran con una buena fórmula, quieran estirarla indefinidamente como las series de televisión por temporadas. Ahora solo falta esperar a la tercera y última novela para ver si se recupera, por lo menos literariamente. Para acabar el número de páginas es excesivo y la lectura se hace farragosa, cansa y aburre y poco a poco va naciendo en el lector el deseo de saltarse esos larguísimos párrafos descriptivos y reencontrar el desarrollo del relato y el desenlace final.

El otoño del comisario Ricciardi


Maurizio de Giovanni
Lumen, Barcelona, 2013, Págs. 396, TO: Il giorno dei morti. L´autunno del commissario Ricciardi, Trad. Celia Filipetto

Cuarta y última entrega de la serie de las cuatro estaciones del Comisario Ricciardi. Seguimos en Nápoles, esta vez en la víspera del 1 de noviembre, en pleno otoño: la luminosa y soleada ciudad está ahora cubierta de nubes permanentemente, oscura y la lluvia es la compañera de Ricciardi y del lector.

Cada estación tiene un tipo de crimen adecuado al momento y, ahora, estamos en una estación sumamente desventurada, y ¿hay algo más triste que el cadáver de un niño en unas escaleras bajo la lluvia y solo acompañado por un perro callejero? Es el delito que pide una estación así.

La calidad del autor es patente a la hora de transmitir tanto la sensación que produce el tiempo atmosférico, como el dolor en el alma del comisario. Di Giovanni sabe penetrar en los personajes, en su interior, en sus sentimientos más íntimos. Cada uno se caracteriza a sí mismo, con sus reacciones con sus gestos, delineando muy bien cada persona. Los personaje secundarios también están bien estudiados.

En esta ocasión hay un desarrollo más explícito de los sentimientos amorosos del comisario. Dos mujeres que le quieren: una con poder y que hace todo lo que está en sus manos y más para atraerle hacia ella, otra, Enrica, desde una perspectiva más sencilla y humilde, pero también con resolución sabe ganar terreno. Por otro lado el Comisario que está enamorado de Enrica, pero que trata con generosidad y nobleza a la poderosa.

Y luego la historia. Una historia del Nápoles de la pobreza de los años 30 del siglo pasado, de la mezquindad humana que abarca a todos los estratos, del politiqueo, de la locura. Una historia sencilla, pero que todo se complica porque el Duce va a visitar Nápoles y los superiores del Comisario lo único que desean es tranquilidad para poder preparar todo bien y cumplir su misión política. Ricciardi lo resuelve tomándose unas vacaciones y resolviendo el caso extraoficialmente, aunque Maione, su ayudante, hará el trabajo sucio. Investigando acaba en una parroquia donde el niño era acogido y allí se entera de su nombre y sus actividades y de como es el protegido de una rica dama, la viuda Vezzi, que acompañada por otra señora de la buena sociedad, da clases a los niños

Una historia que no acaba de desvelarse en sus detalles más pequeños hasta el final y que hunde sus raíces en la profunda maldad del corazón humano y las consecuencias de las decisiones equivocadas y de las que se habría podido salir con fortaleza y valentía. Ricciardi que, en esta ocasión, ha perdido su extraña capacidad de ver y oír a los muertos, en un momento dado, lo recobrara pudiendo unir todos los cabos que había reunido pero que no lograba atar para resolver el caso.


Y con esta novela se confirma lo que ya se hizo patente en las anteriores: estamos ante un buen escritor, con planteamientos originales y que ha sabido dar a sus novelas un carácter personal inconfundible

El oscuro invierno

El primer caso del sargento McAvoy
David Mark
Siruela, Madrid, 2013, Págs. 278. TO: The DarK Winter, Trad. Javier Sánchez García-Gutierrez.

Nuevo autor policiaco, nuevo personaje. Una vez más el público manda y los autores de novelas policiacas abundan como las setas en este otoño.  Ahora la novedad es David Mark, periodista de la sección de sucesos del The Yorkshire Post y su primera novela, aunque anuncian que ya ha publicado otra en su pais: Orginal Skin.
En “El oscuro invierno” la acción transcurre en Hull (Kingston upon Hull), en pleno Est Yorkshire, ciudad muy conocida por el autor porque trabaja en ella y está muy cerca de su lugar de residencia: Lincolnshire. La ciudad está en la costa, con puerto pesquero, con una humedad media del 99%, temperatura media de 7º C y viento más o menos constante, es decir un lugar terrible climatológicamente hablando. Por si fuera poco la acción transcurre en los días previos a Navidad.
El personaje principal es Aector McAvoy, sargento de una gran integridad, un buen policía que en su historia pasada se interpuso en la trayectoria de un policía corrupto y que ahora se ha visto relegado a ocuparse de una base de datos que el mismo ha hecho para la policía, aunque le han integrado en una grupo de investigación al frente del cual está una mujer, casada con hijos y con un marido enfermo, pero llena de vitalidad y de humanidad y que enseguida acoge a McAvoy.
Por otra parte McAvoy tiene una mujer envidiable, un hijo pequeño –Fin- y otro a punto de llegar. Es un hombre normal, con una familia normal y que intenta hacer bien su trabajo. Es concienzudo, intuitivo, resolutivo y humano. En pocas palabras, está en la nueva línea de policías normales y que el género se ha propuesto ensalzar, pero a éste no se le conocen vicios inconfesables ni una familia traumatizada, ni un celo por el trabajo que raye en lo anormal.
Después de la presentación de un caso de asesinato de un marino en un portacontenedores, recreando una acción de hace cuarenta años en el que murieron todos sus compañeros, pasamos al momento actual, donde el sargento es testigo y agredido por un asesino que mata a cuchilladas a una adolescente adoptada de Sierra Leona, superviviente de la matanza a cuchillo de su familia y que forma parte de la comunidad de una iglesia. Poco después aparecerá otro caso de asesinato: un drogadicto que se salvó del incendio en el que perecieron todos sus familiares, muere abrasado. A simple visto son independientes, pero poco a poco se irá descubriendo una truculenta trama que engloba a los tres.
La acción es muchas veces confusa y lo mismo ocurre con los personajes secundarios, pero no obstante transmite emoción y se lee con gusto, aunque se descubran deficiencias narrativas y un alargar la narración con datos y secuencias secundarias para llegar casi al final a la introducción de nuevos personajes que darán la clave de la resolución del caso. Por desgracia no es nada nuevo ya que hay muchos autores que son capaces de plantear una historia que aparentemente no tiene solución con las pistas que te dan, pero que al final mágicamente se resuelve. Esta es la diferencia con los grandes autores, que te hacen jugar con unos personajes que van a dar la clave de la solución del caso.

No aporta nada al género, pero es entretenida y los personajes, en su conjunto son normales y puede servir de entretenimiento al lector.