viernes, 24 de noviembre de 2017

Cuentos del lejano oeste.

Bret Harte
Alba clásica, Barcelona, 2017, Págs. 311. Trad. Concha Cardeñoso Sáenz de Miera, Miguel
Temprano García.

Conjunto de quince cuentos y uno nuevo editado a modo de Apéndice, Los Argonautas del 49, con todo el sabor de la época en que se escribieron, los años finales del siglo XIX, entre 1860 y 1896

La mayor parte de ellos están ambientados en California, que en aquellos momentos era todavía un lugar extraño, a donde llegaban aventureros desde Europa en busca de fortuna o huyendo de la ley. Era el Lejano Oeste, observado con curiosidad y en parte admiración, por los educados habitantes del Este.

Brett Harte, llamado “Dickens de los pioneros”, nació en Nueva York en 1836, de una familia acomodada, y a los 17 años se trasladó a California donde hizo diversos trabajos, incluido el de buscador de oro. Pronto consiguió su sueño de dedicarse a escribir, ambientando la mayoría de sus cuentos en las tierras del Lejano Oeste que conocía bien. Más tarde, se trasladó a la costa Este donde tuvo mucho éxito, pero al final empezaron a escasearle los recursos y la inspiración y consiguió trasladarse a Europa con un cargo del gobierno, muriendo en Inglaterra.

En estos relatos, Harte da forma a personajes y situaciones que luego se convertirán en estereotipos que se repetirán hasta la saciedad en novelas y películas. Sus historias están protagonizadas por un conjunto de hombres rudos que se enfrentaban a las dificultades con valentía, pues era cuestión de supervivencia. Pasaron de las tiendas de lona, puestas en cualquier sitio, al lado de un río o junto a un filón de oro, a construir pequeños poblados, en medio de lugares desérticos.

Los protagonistas son estos hombres, aunque también hay algunos más finos, más educados, pero son la excepción. Sin embargo, debajo de esa capa de dureza se esconde un corazón humano, un corazón de niño, capaz de enternecerse. Este es el caso de un cuento singular, La suerte de Roaring Camp, que le dio una gran fama, donde en la pequeña reunión humana del campamento, donde solo viven hombres y una mujer, nace un niño, al que van a llamar Suerte, pero muere la madre y se va a encargar uno de sus habitantes de cuidarle, con la ayuda de todos.

Tampoco faltan relatos de los misioneros de aquellas tierras, como el de La leyenda del Monte del diablo, que un religioso, sufre terribles tentaciones del diablo, o de amistad como El socio de Tennessee.

El estilo es decimonónico, culto, brillante. Es un texto muy pulcro donde están medidas todas las palabras y no hay extremismos ni estridencias. Las situaciones más sórdidas y duras están descritas de una manera relajante que informa al lector sin dejarle un mal gusto. Aquí no hay nada parecido a lo turbio, ni descrito con morbo. Tampoco está ausente en medio de las calamidades los sucesos cómicos y los mismos nombres de los personajes ya incitan a leer con una sonrisa en los labios.


Es una lectura de un clásico, que no pasa de moda, a pesar de su estilo y que sin que tenga ninguna pretensión moral sabe dar lecciones éticas.

viernes, 17 de noviembre de 2017

El último acto

Mari Jungstedt
Maeva, Madrid, 2017, Págs. 300. TO. Den sista akten. Trad. José Luis Martinez Redondo y Alicia Puerta Quinta


Mari Jungsted (Estocolmo 1962) ha escrito otra de sus novelas, donde la trama transcurre, como es habitual, en la Isla de Gotland. En esta ocasión se mezcla con un pequeño episodio en el sur de Gran Canaria, donde la autora vuelve a hacer una incursión en estas islas que parece que conoce bien, como demostró en su anterior novela, Mar de nubes.

Los personajes principales, vuelven a ser los de siempre. Anders Knutas, el inspector jefe que dirige la investigación, pero que está pasando un momento muy duro en su vida, ya que por desgracia está en medio de su divorcio. Aquella familia ideal de novelas anteriores se rompe por una razón relativamente pequeña y casi sin importancia. Su compañera Karin Jacobsson, atenta y diligente, también con buen olfato policiaco, soltera y con una hija que dio en adopción en su momento y luego Johan Berg, el periodista, que aunque también está en un momento de crisis familiar, sabe salvarlo perfectamente y a consecuencia conseguir que salga más reforzada la relación con su pareja, Emma Winarve.

El caso es sencillo: Erika Malm, aparece muerta en su habitación de un hotel de Visby. Es una célebre periodista, con mucho renombre público, que encabeza la defensa de los emigrantes y la lucha contra la xenofobia. Aparentemente su matrimonio también va bien, pero se descubre que también hay problemas entre ellos. Erika se ha enamorado de un actor de teatro, Felix, y se encuentran en las representaciones veraniegas de Shakespeare en las ruinas de un célebre monasterio medieval en Roma, una pequeña ciudad de la isla.


Paralelamente a esta historia se cuenta otra que se ha ido desarrollando desde hace un año y que tiene como protagonista también a Félix, que seduce y hace que le ame locamente otra mujer casada, Sonja, que vive en Roma y a la que encuentra casualmente.

A partir de la descripción del encuentro de Sonja con Félix, la investigación por la muerte de Erika se va a desarrollar en unos capítulos y alternativamente se va a ir contando desde el pasado al presente la relación de Félix con Sonja, hasta que todo confluye en un segundo viaje que hace la compañía de teatro, un año después, de nuevo a Roma, donde se cruzan los tres personajes.

Hay un fondo, por lo tanto, de dos matrimonios, que funcionan bien, pero que la infidelidad se entrecruza con ellos y, otros dos matrimonios, el de Knutas que se trunca por puro egoísmo y el de Johan, que sale adelante porque sus componentes recomponen su amor. Es toda una novela de amores y egoísmos matrimoniales, que la autora sabe dosificar bien.

El desarrollo de la investigación del asesinato de Erika está bien montado, se siguen todas las rutinas, se intentan atar todos los cabos, pero no se avanza, sin embargo, como se ha ido sembrando, al final aparece el hilo a través del que se va a estrechar el cerco frente al asesino.


Entretenida, con el valor añadido del tratamiento de las diversas situaciones matrimoniales.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Entusiasmo

Pablo d´Ors
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2017, Págs. 434

Cuarta trilogía de Pablo d’Ors: Trilogía del Entusiasmo. Después de las tres anteriores: Trilogía del Fracaso, Trilogía de la Ilusión y Trilogía del Silencio. Comienza con esta primera novela, contándonos el nacimiento de su vocación, su entrada en el seminario y sus primeros pasos como sacerdote. Escrita con la fuerza y la frescura propia del autor y su fluidez narrativa. No obstante, quiere insistir en que es un libro de ficción, aunque tiene credibilidad, ya que según d´Ors “lo que pasa por nuestra cabeza y nuestros corazones es tan verdad como lo que pasa ante nuestros ojos o por nuestras manos” (pág. 34). Pero, avanzado el relato, manifiesta que es un relato autobiográfico, novelado: “este libro, que cuenta qué mediaciones me hicieron clérigo y qué ministerios eclesiales me hicieron hombre…” (Pág. 300)

No es fácil encontrar un relato de esta índole, ya que está lleno de demasiada sinceridad y no se sabe bien si, en algunos momentos, es un descargo emocional, una necesidad de notoriedad o una defensa de la humanidad de una iglesia y de una fe que, en ocasiones, se sabe bien cuál es, ya que las contradicciones son frecuentes. Pero siempre será el trabajo de un buen escritor. Es indudable su fuerza literaria y como relato de fe, pero puede, a veces, parecer puro ejercicio literario, sin que el autor pretenda más.

Comienza con su viaje a Estados Unidos al finalizar el bachillerato, allá por los años 80 del siglo pasado y su encuentro decisivo con Salmerón, un español de su edad, también estdudiando alli, pero lleno de fervor religioso que, en medio del desajuste sensible de Pablo, encauza sus pulsiones espirituales hacia una religiosidad, que aunque muy juvenil, es también muy auténtica. Su encuentro con dos sacerdotes, absolutamente estereotipados y de una extremosidad inconcebible, le llevan a descubrir su vocación y a ingresar en el seminario de los misioneros claretianos, donde pasara unos años de formación específica muy peculiar. Al final de ese periodo será ordenado sacerdote. Durante el seminario destaca sobre todo sus primeras experiencias misioneras con los más necesitados y marginados, experiencias que se repetirán en su paso por la selva de Honduras, una vez ya siendo sacerdote.

A lo largo de estas páginas va haciendo muchas aportaciones interesantes sobre la fe, la importancia de los sacramentos, la eucaristía, las virtudes cristianas, la oración …, que muestran su profundidad, pero a la vez hay otros elementos que contrastan mucho, sobre todo su insistencia por el sexo que es como un trasversal de toda la novela.

Los años del seminario y de su formación para el sacerdocio son caóticos y no se corta al señalar todas las deficiencias, pero también resaltando el valor importante que tuvieron para él. La filosofía sin orden que estudia, la teología, más marxismo que otra cosa, la poca vida cristiana del seminario, las relaciones con los demás, los profesores que más que orientar, en muchos casos, desorientan a los alumnos, y que son un reflejo de aquellos años por los que pasó la Iglesia, sumidos en la crisis, de la que no se ha salido todavía.

Quiere ser objetivo, desmitificador, señalar los aspectos humanos de la Iglesia y de los sacerdotes, pero le falta equilibrio y casi todos los sacerdotes que presenta son anormales en una dirección o en otra. Es una pena, una visión tan plana y tan poco real del momento, aunque se ciña casi exclusivamente a una única institución eclesial, aunque tampoco le faltan las críticas a otras.


Con todo esto, no se a quien le puede interesar de verdad el libro, a no ser que sea un seguidor del autor, no obstante tiene un valor testimonial y ayudará a entender a un sacerdote que, junto con la polémica que levanta a su paso, tiene no pocos valores humanos y una fe viva.