sábado, 26 de agosto de 2017

Una canción inesperada

Leire Quintana.
Maeva, Madrid, 2016. Págs. 263. Prólogo de Espido Freire


Los relatos testimoniales son como los hermanos pequeños de las memorias. Más breves, más centrados en un momento decisivo y seguramente, con un deseo de animar, ayudar, hacer ver que se pueden superar casi todos los  momentos y pruebas de esta vida.

Aquí nos encontramos con un testimonio muy original. La autora, Leire Quintana, va a contar en doce capítulos y una coda su experiencia en un monasterio, seguramente benedictino en Galicia, donde  ha ido a compartir la vida monástica plenamente, abandonando una situación profesional holgada, para recuperar el control y el sentido de su vida. Llega allí se lee en el prólogo “con un dolor interno considerable, con la inteligencia convertida en una enemiga y un hueco en el lugar donde antes estuvo el corazón”. Como todo testimonio el relato acaba con el éxito de la experiencia. El abandono del Monasterio, se debe a descubrir que no era esa la vida que Dios podía esperar de ella, pero sí que era necesario que se sometiera a esa inmersión de varios años para descubrir un rumbo perdido en la vida y en la búsqueda de la felicidad.

Cada uno de los capítulos consta de dos partes: una profunda entrevista con la madre abadesa, Marie, y un diario narrando los acontecimientos sencillos de cada día. El primer núcleo es muy de fondo y contiene consejos sabios y acertados e incita a plantearse cuestiones válidas también para el hombre de la calle. La segunda parte, el diario, que lo escribe por sugerencia de la Madre Marie, es desigual, pero ayuda a descubrir la riqueza de una vida sencilla, sin grandes complicaciones y aprender a descubrir el encanto que tienen las cosas más insignificantes de la vida.

Sus fuentes son autores como los Padres del desierto, el maestro Eckhart y sobre todo san Bernardo, siempre con un fondo benedictino; pero a la vez introduce "recetillas" de algunos libros de autoayuda norteamericanos de los que extrae consejos prudenciales muy de sentido común. El adobo de muchas frases latinas breves y muy certeras, traducidas al castellano le da una nota de cultismo. Lo más asombroso es que el libro engancha, lleva a sonreír, a aceptar muchas de las cosas que se explican y a sentir un cierto sosiego interior con su lectura. A la vez, como se centra mucho en la vida ordinaria del convento, se hace el descubrimiento de cómo esas monjas de clausura, encerradas tras unos muros, siguen siendo muy femeninas y humanas y con una vida llena de plenitud y felicidad. Si pensamos que el libro se va a centrar en lo religioso, estamos muy equivocados, es más, a alguien le podrá parecer que se habla poco de Dios, que es todo demasiado humano, pero si mira más en profundidad descubrirá un sentido religioso en todo lo que se describe.


El relato está bien escrito, es ameno y gustará a todos los que con un mínimo de sensibilidad sepan apreciar un relato sencillo que hace pensar y que no intenta moralizar ni convertir a nadie, en ningún momento

domingo, 20 de agosto de 2017

El adoquín azul

Francisco González Ledesma
Menoscuarto, Palencia, 2014, págs. 74

El adoquín azul es un relato corto escrito por Francisco González Ledesma (Poble de Lec, Barcelona 1927), prolífico escritor de origen republicano que, desde novelas del oeste y de ciencia-ficción y comics, hasta novela negra y artículos periodísticos ha ido explorando muchos géneros.
            Este librito que apareció por primera vez como regalo en una revista, recrea la historia de un republicano ideal, romántico, ingenuo, poeta, entregado a los demás y que se ve envuelto en una redada organizada por la policía –sobre todo por el cruel y calificado de fascista, comisario Ponce- en la Barcelona de 1945. Huye herido, pero una mujer le salva en el último momento y le esconde en su propio estudio; es Ana, precisamente la mujer de Ponce. Ana, descontenta de su realidad, intenta ayudar a los que sufren por los ataques injustos de la policía, intentando así darle un sentido a una vida y a una posición social con la que no está de acuerdo.
            Montero, así se llama el republicano, consigue salir de España con la ayuda de Ana y encontrar un trabajo en Nueva York, que abandonará definitivamente con el paso de los años para volver a su amada Barcelona y recuperar a Ana, de la que sigue agradecido y enamorado. La búsqueda del piso donde estuvo refugiado y el adoquín azul de la calle es ardua: los tiempos han cambiado, las personas también, las referencias son confusas y no es fácil avanzar. Al final las pistas se aclaran pero el final no es lo que se espera.

            Escrita con mucho cariño, con un fondo palpable de sensualidad –común en todas las obras del autor-, contiene unas descripciones sencillas pero entrañables de calles y rincones de Barcelona y entra en los sentimientos personales no siempre de un modo certero. La ligera intriga que tiene hace que su lectura sea agradable y ayuda a plantearse los temas de fondo sobre la vida y los ideales que le preocupan al autor.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Un asunto sucio

Marco Vichi
Duomo Nefelibata, Barcelona 2017, Págs. 292. TO. Una brutta faccenda, Trad. Cristina Zelich González.

La novela transcurre en Florencia en abril de 1964. El protagonista es el comisario Bordelli, al que acompaña Piras, un policía sardo, joven y que llegó el año pasado a la comisaría, y que da la casualidad que en la Segunda Guerra Bordelli coincidió íntimamente con su padre y le tiene una gran estima. El resto de los personajes son el jefe de policía Inzipone que, como es habitual, quiere quedar bien ante sus superiores y aprieta al comisario para que resuelva los casos cuanto antes y el forense Diotivede, un médico mayor, humano y muy entregado a su trabajo.

El comisario es un hombre normal, viudo, solitario y que acude con frecuencia a ver a Rosa, una buena mujer, con un pasado duro y que es una especie de madre que le masajea los doloridos huesos y músculos, le da de comer y de beber y le escucha todo lo que precisa. Como buen policía italiano, frecuenta la trattoria Da Cesare, pero directamente se dirige a la cocina donde Totò, un excelente cocinero, le prepara unos opíparos manjares, le escucha, le alienta y le aconseja. Solo queda decir que bebe muchísima grappa y cognac, pero tiene mucho aguante, y no para de fumar haciendo sufrir a Piras, que le molesta mucho el humo.

En la novela Bordelli tiene dos casos a resolver, uno el del enano Casimiro que aparece asesinado al
intentar averiguar unos hechos raros que suceden alrededor de una Villa y que es amigo suyo y otra el caso de un asesino múltiple. A la vez aparece una sociedad con la que el Comisario estuvo comprometido y que tiene como finalidad capturar a nazis que han cometido crímenes y hasta han sido condenados, pero se ha perdido su pista.

El ambiente de Florencia con el duro clima de un abril lluvioso y ventoso da fuerza a la novela. Aunque la ambientación urbana es importante (de hecho, al final de la novela el autor ha incluido unas fotografías de los lugares donde transcurre la vida ordinaria y los asesinatos) Marco Vichi no se recrea en ella y casi pasa desapercibida a no ser que se conozcan bien los lugares.

La acción es lenta, pero con un ritmo que mantiene alerta al lector, quizá esperando que haya más movimiento de los actores porque no parece que se avance, a la vez se van recreando momentos de la vida bélica del Comisario durante el armisticio y su relación con los alemanes, que casi siempre quedan muy mal parados.

En conjunto, aunque se ha rodeado la publicación de muy buenas críticas, no es la gran novela policiaca italiana, aunque esté bien escrita y de una visión de la ocupación nazi y sus consecuencias bastante original. Como género policiaco es singular ya que la investigación propiamente policial es muy escasa y solo en las últimas páginas se revela la solución bastante alambicada de los asesinatos.


viernes, 4 de agosto de 2017

Recordarán tu nombre

Lorenzo Silva
Destino, Ancora y Delfín, Barcelona 2017. Págs. 494 incluídos créditos y bibliografía.


No es la primera vez que Lorenzo Silva (Madrid 1966) explora la guerra civil española y el relato histórico. En esta ocasión se centra en un general de la Guardia civil, José Aranguren, con el que siente emotivamente muy unido a través de sus dos abuelos y la admiración y simpatía que tiene por la Guardia civil.

Pretende ser objetivo, pero basta repasar la bibliografía consultada y la manera de tratar y juzgar a los personajes de uno y otro bando para comprobar que el tratamiento es muy desigual y no puede ocultar su querencia por el bando republicano. Bastaría que citara algunos textos del ignorado por unos y otros, Chaves Nogales, al que recurre en varios momentos, para que la balanza no se inclinara de forma tan desigual. El mismo, al presentar el libro en varias ciudades ha explicado que ha construido la novela a partir de documentos y evidencias históricas facilitadas en su mayor medida por los familiares del general. No se puede hacer un relato de este tipo sin acudir solo a un tipo de fuentes, ignorando las del bando contrario.

Dada la importancia que tuvieron los acontecimientos de la guerra de Marruecos en la que los principales personajes estuvieron presentes, dedica una buena parte del libro a las batallas que allí se desarrollaron y como intervinieron cada uno de los que luego van a aparecer en la España en guerra. Es una parte muy extensa y escrita de un modo ameno, aunque al recurrir a transcribir directamente alguna fuente se puede hacer un poco pesada y el lector puede quedar abrumado por la relativa consistencia que tiene para el estudio biográfico del personaje.

Otro tanto de los mismo ocurre para describir la situación de España durante la Republica y de los diversos gobiernos que se fueron sucediendo y la larga lista de políticos y ministros que en tan poco tiempo fueron efímeros protagonistas.

La parte fundamental, pero no la más extensa, se desarrolla en los días del 18 y 19 de julio y siguientes, de 1936 en Barcelona donde en ese momento estaba destinado Aranguren y, mas tarde, en Valencia. En general, aunque cita los detalles de varios de los momentos más trágicos de esos días y no descuida dar noticias de otros lugares de España, se centra sobre todo en Barcelona.

Para Silva hay unos acontecimientos que no son opinables: Aranguren y los militares republicanos fueron los auténticos héroes ya que fueron los que obedecieron a los que tenían el poder, prescindiendo del modo en que gobernaban, mientras que los del bando contrario eran unos sediciosos y traidores por no seguir a los gobernantes. Para él, al frente de los amotinados, acabo estando un militar mediocre, Franco, que accedió al mando después de muchos titubeos y cuando vio que la situación era segura para él. Militarmente le juzga con una dureza extrema, considera que sus maniobras fueron nefastas y que Franco y los suyos, solo ganaron la guerra por la ayuda definitiva y absoluta de los fascistas italianos y alemanes. Entre otras cosas, ignora las ayudas que los republicanos tuvieron de otras potencias mundiales y avanza la hipótesis que da como cierta que si la guerra europea se hubiera adelantado no habrían ganado la guerra los sediciosos.

La apología de la Guardia Civil es absoluta y lo mismo de los Generales Aranguren y Escobar, reconociendo todas sus virtudes que, de ningún modo hay que negarles, aunque con Escobar, dada su fe católica profunda, es menos claro, dejándose llevar por su escepticismo religioso. Con el enemigo no se permite el más mínimo elogio y sobre todo con el General Franco al que trata con una dureza radical: es capaz de justificar los actos de vandalismo y venganza absoluta de otros como los anarquistas, pero nunca con los que se han levantado en armas.

El proceso de Aranguren lo presenta como un acto de injusticia total, coronándolo con el comportamiento inhumano, cruel y sádico de Franco al no concederle el indulto.


Silva quiso hacer una novela, pero no lo ha conseguido, es un libro histórico, aunque no escrito por un historiador imparcial y objetivo y por tanto, se lee con recelo al señalar al lector desde un primer momento y con tanta fuerza, quienes son los buenos y los malos.