martes, 30 de abril de 2013

De repente llaman a la puerta

Etgar Keret
Siruela, Madrid, 2013, Págs. 202, TO: Pit´om dfikà badelet (Suddenly a Knock on the Door). Trad. Ana
María Bejarano.


“De repente llaman a la puerta” es el título del primero de los 38 cuentos que da título a esta recopilación hecha por el autor, excelentemente traducidos, como ya es habitual por Ana María Bejarano.
Etgar Keret (Tel Aviv 1967) es un israelí, guionista, director de cine y profesor en la Universidad de Tel Aviv. Es un escritor diferente, tanto por la temática de sus obras ya que se ha alejado de los temas del holocausto, la independencia o el pacifismo, como por la forma de narrar; pertenece a esa nueva generación de escritores que han surgido junto a Joram Kaniuk y que representan lo más original de la literatura israelí actual.
Sus obras no son fáciles de leer, no son muy convencionales. Tanto “La chica sobre la nevera, Pizzeria Kamikaze y otros relatos” y el que estamos comentando, que acaban de ser publicados, están compuestos de relatos cortos, muy imaginativos y absurdos en su materialidad, impredecibles y originales. Muchos de los más prestigiosos índices literarios los han colocado en la lista de los mejores libros del 2012.
Se han afanado en buscarle fuentes de inspiración, pero nadie se pone de acuerdo y él mismo admite que la mayor influencia de su escritura ha sido su familia, donde coexisten tendencias políticas y sociales diversas y extremas. La verdad es que sin perder sus raíces orientales se enraíza con la novela centroeuropea y la americana de tendencia al absurdo y de crítica social.
Su escritura es contundente, aparentemente fácil de leer, pero que lleva a pensar. Nadie queda marginado de su poder de observación y de crítica y todo con ironía, sarcasmo y mucho cinismo. Los temas son variados, pero le interesan las relaciones humanas sobre todo y por ahí van discurriendo sus relatos: la importancia de la verdad, lo trascendente de nuestras decisiones, el matrimonio, la fidelidad, el desarraigo, el sexo. No hay nada que quede excluido. Quizá, el tema de la soledad en nuestra sociedad, la incomunicabilidad y la superficialidad e incoherencia de muchas vidas aparece de una manera o de otros en casi todos los relatos.
Es sin duda un escritor minoritario, pero imprescindible.

lunes, 15 de abril de 2013

Don de Lenguas

Rosa Ribas, Sabine Hofmann
Siruela, Madrid 2013, Págs. 407

Sorprendente novela policíaca, escrita por Rosa Ribas (Prat de Llobregat 1963) y que se une a la lista de las seis novelas ya publicadas y por Sabine Hofmann (Bochum, Alemania 1964) que se estrena con este título. Ambas son filólogas y esta procedencia se refleja profusamente en el texto.
La acción transcurre en Barcelona en 1952, en vísperas del Congreso Eucarístico Internacional. Es una época dominada por la dictadura y todos los acontecimientos hay que encuadrarlos en ese contexto político para asi poder entender las tramas del poder, la corrupción, las pugnas para sobresalir y las luchas entre facciones. Es una sociedad corrupta y timorata, donde el miedo a manifestar las opiniones y el temor a caer en desgracia o ser denunciado como desafecto al régimen tiene una importancia relevante. La policía está al servicio del poderoso y también está dividida según los políticos que apoyan a uno u a otro; sus métodos son poco ortodoxos y su moral y su concepto de la justicia muy poco claro. Este contexto sociológico es clave en la novela.
Con motivo de la investigación del asesinato de Mariona, una mujer muy conocida de la burguesía catalana, al inspector Isidro Castro, hombre duro y con métodos de trato de las personas reprobables, le imponen una joven periodista, Ana Martí, para que le acompañe y de la cobertura informativa conveniente a la marcha de la investigación. Pero Ana, deseosa de cosechar méritos y de subir en el escalafón profesional y porque lleva el periodismo en la sangre, no se conforma con este papel y por su cuenta va haciendo pequeños descubrimientos que rebelan una complejidad y profundidad del problema inimaginable. Ana acaba pidiendo ayuda y confiándose a Beatriz, pariente suya y profesora de literatura, que se verá totalmente implicada en el caso. La aportación de un razonamiento nuevo, con muchos elementos literarios, no solo dan colorido al relato, sino que son fundamentales para la resolución del caso.
Buena novela policiaca, buena trama, mejor puesta en escena y con una capacidad de establecer un clímax que da mucha fuerza a la narración. Y además muy bien escrita, con un lenguaje pulido y muy cuidado. Su lectura, consecuentemente, es adictiva.
El contexto sociológico, aunque está enturbiado por una cierta visión ideológica de las autoras, no interfiere sustancialmente en el relato.

sábado, 6 de abril de 2013

El mar y veneno

Susaku Endo
Ático de los libros, Barcelona (2011), 200 págs. 18,50 €. T.o: Umi to Dokuyaku. Traducción: David Favard.


Susaku Endo (Tokio 1923-1996) se convirtió al catolicismo, junto con su madre, a los doce años; estudio literatura francesa y pasó varios años en Lyon donde conoció a los grandes escritores católicos franceses que dejaron una profunda huella en él, determinando que  el planteamiento cristiano de la vida ocupara el centro de la reflexión de sus novelas, en contraste con una cierta mentalidad oriental.
La acción de esta novela transcurre en Japón durante la segunda guerra mundial, en el Hospital de la Facultad de Medicina de Fukuoka, y con el ruido de fondo de los bombardeos americanos y la presencia de los militares japoneses, en un momento de pesimismo bélico, cerca ya de la rendición.
El marco de la novela son los experimentos reales (vivisecciones) que se realizaron con los prisioneros americanos. Esto le va a servir para desarrollar un profundo planteamiento de la motivación que lleva a todo un equipo médico a aceptar tales experimentos y el proceso interior de sus conciencias: ¿qué es lo que puede llevar a un médico, a una enfermera a participar en una experimentación con seres humanos que va a acabar irremisiblemente con su vida? ¿qué efectos producen en su conciencia? En varios momentos y de una manera sutil se plantea el juicio de Dios y el mismo protagonista admite que: “persistía en mí la idea de que algún día me enfrentaría a lo que había hecho a lo largo de mi vida y que tendría que pagar por ello” (p.153).
No basta solo con inhibirse del mal, hay una culpabilidad en los que omiten acciones para oponerse a una acción mala. No hay razones que justifiquen acciones como ésta y los mismos médicos no creen en ellas, pero la ambición, el deseo de triunfo, de seguir avanzando, de escalar un puesto en la escala social médica es lo que les impulsa.
La novela está muy bien estructurada: desde un pequeño prólogo en el que se descubre al doctor Suguro que pasa consulta en un barrio de periferia y que es uno de los médicos ayudantes que participaron en los experimentos, se desarrollan tres partes: la primera, que da título a la novela, se investiga y describe el mundo interior del protagonista y del resto de los médicos, el ambiente hospitalario, sus intrigas y la justificación de la experimentación. La segunda parte se centra en el atormentado mundo de una de las enfermeras y el de otro de los  médicos ayudantes, diametralmente opuesto al del protagonista, que enmarcan la fatídica operación de un bonachón y simple piloto americano. La tercera parte (Antes del alba) es el post experimento y la situación anímica de los que han participado.
La novela es de corte muy europeo, con una tremenda problemática moral, dibujando prototipos humanos a través de sus personajes.
No obstante el tema, tan crudo, la novela no se hace asfixiante, no agobia. Su lectura es pacífica, no engendra violencia interior, más bien sugiere una reflexión sobre el ser humano. Aquí se ve el carácter oriental de su autor porque es capaz de relatar unas situaciones tan extremas y terribles, con educación, con limpieza, con una gran delicadeza. Es lógico, que Endo fuera un firme candidato al Nobel, porque solo esta novela se lo merece