Seicho Matsumoto
Libros del Asteroide, Barcelona, 2014, 2ª ed. Págs. 214. TO.
Ten to Sen. Trad.Marina Bornas.
Excelente novela policiaca pura de un escritor japonés,
quizá poco conocido en occidente, sin embargo Seicho Matsumoto (1909-1992) es
autor de una amplísima obra. Reconocido como gran escritor de novela negra,
publicó El expreso de Tokio primero por entregas entre 1957 y 1958 y más tarde,
dado su éxito salió en forma de libro, que es como nos ha llegado a nosotros.
Como toda novela de otras culturas tiene una dificultad qu
es la de los nombres, pero pronto nos hacemos con el personaje principal y casi
descartamos a la comparsa, sin que sea un inconveniente para disfrutar de una
novela tremendamente ingeniosa y única
Jutaro Torigai, es un detective de la comisaría de
Fukoaka y el personaje
principal. Le toca reconocer un caso aparentemente de suicidio doble, pero
aunque todo apunta a calificarlo así, como buen investigador que es, descubren
un detalle mínimo que le hace pensar en otra posibilidad y comienza la
investigación aunque no haya ningún elemento firma. El caso interesa también en
Tokio porque el miento es un alto funcionario de un ministerio donde se ha
detectado un caso importante de corrupcion y era el testigo principal.
Curiosamente ahora que tanto nos lamentamos de la corrupcion y luchamos contra
ella, la historia nos recuerda que es un gene eso universl que corresponde el
crimen, descubre algún
detalle sospechoso y comienza a investigar.
Como el caso es de corrupcion también se interesa en el caso la
policia de Tokio y el inspector Mibara. Son dos personajes muy distintos,
Torigai es mayor y Mibara es joven, cada uno va a aportar vida y consistencia a
la investigación.
La trama es sumamente atrayente porque desde la ausencia de datos se
investiga en un empresario que tiene todos los Cabos amarrados y todas las
coartadas posibles del mundo. ¿tIene que ver algo con el suceso? ¿Estamos ante
un suicio o ha habido asesinato? Y así comienza a desarrollarse una trama en la
que los horarios de los trenes son absolutamente fundamentales. Se trata de ver
el trabajo lento y concienzudo de los investigadores, de cómo se llenan de
alegría al descubrir una pista que desagradecida mente no les lleva a ningún
sitio, de cómo tienen que emplear un tiempo grande para no descubrir a la
postre nada. Es una visión policial fuera de los esquemas que las novelas del
genero nos aportan. Estos policías son gente muy normal que hace un trabajo
también muy normal. Se salen de la visión actual de los policías, de los
investigadores, que son personas complejas, especiales, singulares, con con
frecuencia con muchos vicios. aQui no, son personas que piensan, pasean, se
equivocan sencillamente y sobre todo trabajan con tenacidad y no con golpes de suerte
o casualidades como suelen resolverse muchas tramas. Y al final es
sorprendente, porque no hay nada más sorprendente que la realidad cotidiana.
Y con esto está dicho todo sobre el valor de esta novela.