Pierre Lemaitre
Alfaguara, Madrid, 2014, Pagas 296, TO, Robe de Marié, trad. María Teresa
Gallego Urrutia y Amaya García Gallego
Novela muy desconcertante. Según se avanza en la lectura, el
desconcierto va en aumento hasta llegar a más de la mitad del libro. El lector
puede aguantar o no. Si aguanta comprobará la lógica de todo el relato y
aplaudirá. Eso sí, para llegar al aplauso hay que soportar una alta tensión
psicológica.
Lemaitre juega también literariamente con el lector porque si
las partes del libro estuvieran organizadas de otra manera, seria todo más
comprensible desde el primer momento, pero eso es la libertad del artificio
literario y está en su derecho de plantear la novela de esta manera.
Sophie Duguet es la gran protagonista. Una mujer
inteligente, culta, joven, casada, con un trabajo próspero y un marido que le
adora y que también está muy bien situado profesionalmente. Sin embargo, de una
manera incomprensible comienzan a ocurrirle cosas que no es capaz de explicar:
pierde un regalo que acaba de comprar para su suegra y que encuentra al cabo
del tiempo en un lugar absurdo, cambia en su correo electrónico una reserva
para un restaurante sin que sea consciente de ello, y además, y es el colmo,
roba en el supermercado en dos ocasiones. Por si fuera poco, a su alrededor
comienzan a aparecer cadáveres: se ha convertido en asesina. Es el colmo de lo
absurdo e incomprensible. ¿Me estoy volviendo loca? Es lógico pensarlo, y así
lo cree en un primer momento, pero no se va a conformar con una respuesta
fácil. Y Sophie comenzará a luchar y a desvelar la situación. La tensión está servida de nuevo, pero ahora
en la dirección contraria y el lector puede comenzar a respirar, porque
entiende un poquito más, pero tampoco sabe cómo va a terminar aquello.
Y este es el relato, rebuscado, alarmante, pulcro y con
fuerza y del que no se puede decir más porque es imposible sin desvelar el
"truco" de la novela.
Realmente es un diálogo entre dos personajes, aunque también
está la gran amiga de Sohie y al final aparezca un tercero, el padre de Sophie,
definitivo para el desenlace; y es un diálogo con hechos y con pocas palabras,
pero están tan bien enmarcados, son tan reales dentro de la ficción que
mantienen una constante situación en la que nos vemos extrañamente inmersos. Es
una pena que, como la intimidad de Sophie, sale al descubierto aparezcan
delicadamente, pero con realismo, escenas de su vida sexual matrimonial que no
hubiera sido necesario exponerlas de un modo tan explícito.
Posteriormente a esta novela que ganó el Premio del Salon du
Polar 2009, Pierre Lemaitre (París 1951)
recibió por "Nos vemos allá arriba" el Premio Goncourt de 2013
culminando así una buena trayectoria literaria.
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