domingo, 30 de noviembre de 2014

Mi abuela rusa y su aspiradora americana

Meir Shalev
Ático de los libros, Barcelona, 2014, TO: Ha´davar Haya Kakha, Trad: Silvia Villalobos Beltrán

Estamos ante una novela singular, más cercana al género de las memorias que a un relato de ficción, y que cuenta la infancia del autor y la historia de su familia, arrancando de los primeros colonos que llegaron en la segunda oleada de emigrante, en los años veinte del siglo pasado, a Palestina. Toda la historia gira alrededor de la abuela Tonia, emigrada con el abuelo y su familia desde Ucrania y que viven en la naciente aldea de Nahaal en Galilea. El narrador es su nieto Meir Shalev, un escritor de la primera línea de la literatura israelí actual y por lo tanto con garantías para hacer un relato de calidad. 
La descripción de la dura vida de los comienzos en una zona agrícola, con medios que son pocos y malos, pero que existe una unión grande ente los colonos, que viven en paz con su ambiente y que todavía no se ha llegado a los malos momentos que varios años más tarde se viviría con la población árabe. Los relatos de la vida cotidiana, de las costumbres judías que no se han perdido sino todo lo contrario, que les ha ayudado a permanecer unidos como pueblo; y los retratos de los miembros tan diversos de la familia son deliciosos y además están llenos de detalles agradables y risibles, de forma que la lectura es de lo más cómoda y sencilla y las hojas van pasando casi sin darnos cuenta.

La abuela Tonia es el gran personaje, bien descrita, y aunque todo gire alrededor de su pasión por la limpieza en un lugar donde es prácticamente imposible vivir sin el polvo, hay múltiples detalles pequeños que nos la van retratando como alma de todo el clan. Como el autor ha incluido en el texto fotografías de los personajes y de la época es todavía mucho más fácil seguir los relatos.
Aunque todo gira referencialmente sobre la aspiradora gigante que manda el tío americano, del que no se quiere saber nada, porque ni es sionista ni comunista, hay otras muchas historias que son alma de la narración.

A todos los interesados en el tema les satisfará profundamente, pero también su lectura es muy interesante para hacernos comprender como fueron los comienzos de los primeros colonos del futuro Estado de Israel, tan alejados de los que ahora podemos ver: son personas que huyen de la persecución, de la humillación, de ser señalados como indeseables y que acaban de encontrar un hogar tranquilo donde nadie les molesta y pueden vivir en paz manteniendo sus tradiciones seculares. Por supuesto que literariamente, sin ser una obra mayor de Shalev tiene toda su maestría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario