viernes, 17 de noviembre de 2017

El último acto

Mari Jungstedt
Maeva, Madrid, 2017, Págs. 300. TO. Den sista akten. Trad. José Luis Martinez Redondo y Alicia Puerta Quinta


Mari Jungsted (Estocolmo 1962) ha escrito otra de sus novelas, donde la trama transcurre, como es habitual, en la Isla de Gotland. En esta ocasión se mezcla con un pequeño episodio en el sur de Gran Canaria, donde la autora vuelve a hacer una incursión en estas islas que parece que conoce bien, como demostró en su anterior novela, Mar de nubes.

Los personajes principales, vuelven a ser los de siempre. Anders Knutas, el inspector jefe que dirige la investigación, pero que está pasando un momento muy duro en su vida, ya que por desgracia está en medio de su divorcio. Aquella familia ideal de novelas anteriores se rompe por una razón relativamente pequeña y casi sin importancia. Su compañera Karin Jacobsson, atenta y diligente, también con buen olfato policiaco, soltera y con una hija que dio en adopción en su momento y luego Johan Berg, el periodista, que aunque también está en un momento de crisis familiar, sabe salvarlo perfectamente y a consecuencia conseguir que salga más reforzada la relación con su pareja, Emma Winarve.

El caso es sencillo: Erika Malm, aparece muerta en su habitación de un hotel de Visby. Es una célebre periodista, con mucho renombre público, que encabeza la defensa de los emigrantes y la lucha contra la xenofobia. Aparentemente su matrimonio también va bien, pero se descubre que también hay problemas entre ellos. Erika se ha enamorado de un actor de teatro, Felix, y se encuentran en las representaciones veraniegas de Shakespeare en las ruinas de un célebre monasterio medieval en Roma, una pequeña ciudad de la isla.


Paralelamente a esta historia se cuenta otra que se ha ido desarrollando desde hace un año y que tiene como protagonista también a Félix, que seduce y hace que le ame locamente otra mujer casada, Sonja, que vive en Roma y a la que encuentra casualmente.

A partir de la descripción del encuentro de Sonja con Félix, la investigación por la muerte de Erika se va a desarrollar en unos capítulos y alternativamente se va a ir contando desde el pasado al presente la relación de Félix con Sonja, hasta que todo confluye en un segundo viaje que hace la compañía de teatro, un año después, de nuevo a Roma, donde se cruzan los tres personajes.

Hay un fondo, por lo tanto, de dos matrimonios, que funcionan bien, pero que la infidelidad se entrecruza con ellos y, otros dos matrimonios, el de Knutas que se trunca por puro egoísmo y el de Johan, que sale adelante porque sus componentes recomponen su amor. Es toda una novela de amores y egoísmos matrimoniales, que la autora sabe dosificar bien.

El desarrollo de la investigación del asesinato de Erika está bien montado, se siguen todas las rutinas, se intentan atar todos los cabos, pero no se avanza, sin embargo, como se ha ido sembrando, al final aparece el hilo a través del que se va a estrechar el cerco frente al asesino.


Entretenida, con el valor añadido del tratamiento de las diversas situaciones matrimoniales.

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