Anouk Markovits
Salamandra, Barcelona, 2014. Págs. 252, TO: I am
forbidden, Trad. Magdalena Palmer
Tenemos habitualmente una imagen distorsionada
de los judíos ultraortodoxos, que se limita a algo puramente visual: sus largos
abrigos negros, sus sombreros y sus tirabuzones, pero más allá de esa imagen hay
muchísimo más y mucho más sorprendente. Esta novela descubre el mundo,
distinto, inimaginable, de las comunidades jasidicas.
Las hijas de Zalman, comienza en la Europa del Este,
entre Hungría y Rumania dónde hay comunidades de jasidines que tienen que
enfrentarse como todos los judíos a las persecuciones y al horror nazi. Zalman Stern,
líder de la comunidad jasídica satmer, está casado con Hannah: tienen una hija,
Atara, a la que se unirá otra niña Mila. En la salvación de esta niña
interviene otro niño judío, Josef Lichtenstein, testigo superviviente del
asesinato de su familia a manos de un guardia de hierro rumano. Recogido por la
criada de la familia, le bautiza y le hace pasar por hijo suyo, y cinco años
después, él mismo salva a Mila, que también ha sido testigo del asesinato de su
familia. Mila consigue llegar hasta Zalman,
Pero Zalman al tener conocimiento de la existencia de
Josef lo rescata y es enviado a USA donde en Williamsburg, volverá a ser un
judío practicante. Con el paso de los años las familias arreglan el matrimonio
entre Josef y Mila.
Un momento clave en la novela, es cuando Atara
contraviene el sábado con Mila, montando en bicicleta en los jardines de Luxemburgo,
ya que la familia se ha traslado a París huyendo de las persecuciones nazis. Zalman,
al enterarse, actúa con una dureza extrema por haberse roto lo más sagrado de
la tradición y la reacción de Atara es de rechazo total a esas tradiciones que
ya llevaba tiempo investigando y rechazando. Es el punto final de un proceso de
replantearse la verdad de las interpretaciones rabínicas.
La parte más interesante de la novela es
la vida de Mila, enfrentándose a una situación moral
personal difícil de
soportar y de la que no sabe cómo salir, ya que ha perdido todo el sentido de
las cosas y va de una interpretación a otra.
La novela es sorprendente, coge al
lector y le sumerge en el mundo inimaginable pero real, donde viven estos
judíos, totalmente aislados del exterior, voluntariamente, porque fuera está el
mal. Para un extraño es un mundo opresivo, lleno de múltiples mandatos, de prohibiciones,
de una visión negativa de muchas cosas sencillamente buenas. Pero en ese mundo
opresivo ellos viven felices, orgullosos de su situación, esperando un Mesías
que habrá de venir, expiando por los pecados constantemente.
Si no sabíamos lo que ere este mundo
aquí tenemos una descripción de primera mano, ya que Anouk Markovits, la
autora, se ha criado en ese ambiente. El análisis de los sentimientos de los
variados personajes, delicadamente expuestos, bien trazados y contribuyen a
hacer del relato algo entrañable y que no se abandonará.
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