Fred Vargas
Siruela. Madrid, 2015, Págs. 343. TO. Temps Glaciaries.
Trad. Anne-Hélène Suárez Girard
En
más de una ocasión nos hemos parado a considerar la gran variedad de novelas
policíacas y de autores, cada uno con su manera de ver a sus personajes y los ambientes
y que han contribuido a revalorizar este género y a superar la triste categoría
de entretenimiento. Fred Vargas (Pseudónimo de Fréderique Audoin-Ruozeau, París
1957) es una de estas autoras.

Merece
la pena pararse en los personajes, sobre todo en el principal, el Comisario Adamsberg, del que es difícil sustraerse por su
humanidad, su manera peculiar de encontrar enfoques, propios de una mente rica
y compleja y por su manera de tratar y comprender a las personas. Es un
personaje redondo, bien estudiado, sin estridencias dentro de su peculiaridad.
Lo mismo ocurre con el resto del personal de la comisaría parisina a la que
pertenece, más secundarios, pero que están también bien centrados en su persona
y en sus papeles, son personajes reales muy de carne y hueso. Todos ellos
convincentes.
La
forma de narrar literariamente es muy buena, sabe utilizar los recursos, crear
ambientes y mantener un tempo con fuerza pero sin ese desasosiego que
caracteriza a muchos otros escritores y que lleva a unos relatos desiguales,
por momentos explosivos y por momentos lentos y muy de relleno. Eso sí, en Fred
Vargas siempre va a haber algo que se salga de lo común, en este caso no se
pierda el lector al jabalí Marc, con su delicado hocico de pato y una fina
ironía muy francesa que mantiene alerta en la lectura. Los casos son siempre
complejos, sutiles, se escapan, pero van tomando forma y acaban por ser
compactos y con explicaciones reales.
En
esta novela se entremezclan dos historias, una primera que sugiere el título
del libro, ocurrida en Islandia y otra que nos introduce en la revolución francesa
y el círculo Robespierre. Aquí radica la peculiaridad de esta escritora:
meternos en una asuntó histórico bien documentado y sin ningún tipo de
interpretación gratuita o novelación, y que tiene repercusión en un hecho actual.
Los asesinatos que van apareciendo, comenzando por el de Alice Gauthier, una
profesora de matemáticas de sesenta y seis años desconciertan a todos, porque
nos encontramos con un asesino listo y desconcertante.
Puede
costar entrar en el mundo literario culto y a veces fantástico de Fred Vargas,
pero si nos dejamos llevar acabaremos por buscar sus novelas que para algunos
críticos son la mejor novela policiaca actual
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