sábado, 4 de mayo de 2013

Bajo una estrella cruel


Heda Margolius Kovály
Una vida en Praga (1941-1968)
Libros del Asteroide, Barcelona 2013, TO: Under a Cruel Star. A Life in Prague 1941-1968. Trad. Luis Álvarez Mayo.

Memorias de Heda Bloch (Praga 1919-2010), escritas en 1973 y que comprenden un período de 27 años en los que sufre primero el terror nazi y luego el terror estalinista, en su ciudad de Praga la mayor parte del tiempo y además, soportando una terrible enfermedad.
De origen judío y de familia culta y acomodada, en la gran deportación judía de Praga de 1941 es llevada al gueto de Lodz, en Polonia y separada de su familia, a la que ya nunca más volverá a ver. Como ya estamos muy acostumbrados a relatos sobre el holocausto, estas primeras páginas pueden afectarnos menos, aunque están escritas con mucha fuerza y rebelan algunos datos menos conocidos, como la ignorancia de algunos de los que empleaban mano de obra de los campos, sin saber que es lo que estaba pasando realmente allí. Son páginas sobrias, escritas sin odio, pero muy realistas.
Logra escapar con otras amigas checas y llegar a Praga. Se abre ahora un relato intermedio, pero muy valioso, porque se describe con precisión la vuelta a una ciudad y a unas antiguas amistades, que le cierran todas las puertas por el miedo a los invasores nazis: “ahora buscaba un ser humano cuya humanidad fuera mayor que su miedo” y es que en estas situaciones tremendas sale lo mejor y también lo peor de cada uno: miedos, mentiras, promesas incumplidas, etc.
Se acaba la guerra, hay un golpe de estado en 1948 y llegamos al estalinismo. Esta es la parte más tremenda de la novela y la que ocupa una mayor parte. Heda se casa con Rudolf Margolius, que también es judío y ha estado en los campos, y con él tendrá un hijo, Iván que acabará siendo lo único que le quede en la vida.
Margolius es un idealista, que ve en el comunismo el remedio de todos los males y la forma de vivir
en libertad y prosperidad, Heda es más escéptica, pero acaba también afiliándose al partido. En 1952 ocupó el cargo de Secretario de Estado de Comercio Exterior, pero cayó en una de las primeras purgas, acusado de alta traición y ajusticiado. Heda e Iván sufrieron todo tipo de vejaciones injustas. En esta parte, la autora aprovecha para relatar los hechos, pero también para explayarse en consideraciones sobre el comunismo, la condición humana, los mismos checos, y es excelente. Narrada con claridad va pasando revista a los extremos a los qué puede llegar la condición humana, degradada, ignorada, en aras de un partido que es absoluto, omnipotente y que aplasta todo atisbo de libertad, de autonomía, de desviación. Las personas que viven en esas condiciones acaban de olvidar qué es la verdad, viven aterrorizadas y no son capaces de crecer en ninguna dirección.
Heda se casó con Pavel Kovály, y en 1963 obtuvo la rehabilitación de su marido. Acaban las memorias con la Primavera de Praga de 1968.
Al margen del horror de la narración se puede leer un canto de amor a Chequia, sus gentes y sus paisajes.
Aunque es estremecedora, está escrita con tanta delicadeza, pero sin huir del realismo, que se lee con mucho gusto y ayuda a esclarecer esta parte de la historia moderna europea que quizá ha quedado oscurecida por la locura nazi, pero que es tan tremenda como aquella.

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