El primer caso del sargento McAvoy
David Mark
Siruela, Madrid, 2013, Págs. 278. TO: The DarK Winter, Trad.
Javier Sánchez García-Gutierrez.
Nuevo autor policiaco, nuevo
personaje. Una vez más el público manda y los autores de novelas policiacas
abundan como las setas en este otoño. Ahora la novedad es David Mark, periodista de
la sección de sucesos del The Yorkshire Post y su primera novela, aunque
anuncian que ya ha publicado otra en su pais: Orginal Skin.
En “El oscuro invierno” la acción
transcurre en Hull (Kingston upon Hull), en pleno Est Yorkshire, ciudad muy
conocida por el autor porque trabaja en ella y está muy cerca de su lugar de
residencia: Lincolnshire. La ciudad está en la costa, con puerto pesquero, con
una humedad media del 99%, temperatura media de 7º C y viento más o menos
constante, es decir un lugar terrible climatológicamente hablando. Por si fuera
poco la acción transcurre en los días previos a Navidad.
El personaje principal es Aector
McAvoy, sargento de una gran integridad, un buen policía que en su historia
pasada se interpuso en la trayectoria de un policía corrupto y que ahora se ha
visto relegado a ocuparse de una base de datos que el mismo ha hecho para la
policía, aunque le han integrado en una grupo de investigación al frente del
cual está una mujer, casada con hijos y con un marido enfermo, pero llena de
vitalidad y de humanidad y que enseguida acoge a McAvoy.
Por otra parte McAvoy tiene una
mujer envidiable, un hijo pequeño –Fin- y otro a punto de llegar. Es un hombre
normal, con una familia normal y que intenta hacer bien su trabajo. Es
concienzudo, intuitivo, resolutivo y humano. En pocas palabras, está en la
nueva línea de policías normales y que el género se ha propuesto ensalzar, pero
a éste no se le conocen vicios inconfesables ni una familia traumatizada, ni un
celo por el trabajo que raye en lo anormal.
Después de la presentación de un
caso de asesinato de un marino en un portacontenedores, recreando una acción de
hace cuarenta años en el que murieron todos sus compañeros, pasamos al momento
actual, donde el sargento es testigo y agredido por un asesino que mata a
cuchilladas a una adolescente adoptada de Sierra Leona, superviviente de la
matanza a cuchillo de su familia y que forma parte de la comunidad de una
iglesia. Poco después aparecerá otro caso de asesinato: un drogadicto que se
salvó del incendio en el que perecieron todos sus familiares, muere abrasado. A
simple visto son independientes, pero poco a poco se irá descubriendo una
truculenta trama que engloba a los tres.
La acción es muchas veces confusa y
lo mismo ocurre con los personajes secundarios, pero no obstante transmite
emoción y se lee con gusto, aunque se descubran deficiencias narrativas y un
alargar la narración con datos y secuencias secundarias para llegar casi al
final a la introducción de nuevos personajes que darán la clave de la
resolución del caso. Por desgracia no es nada nuevo ya que hay muchos autores
que son capaces de plantear una historia que aparentemente no tiene solución
con las pistas que te dan, pero que al final mágicamente se resuelve. Esta es
la diferencia con los grandes autores, que te hacen jugar con unos personajes
que van a dar la clave de la solución del caso.
No aporta nada al género, pero es
entretenida y los personajes, en su conjunto son normales y puede servir de
entretenimiento al lector.
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