Richand Hull
Alba, Barcelona, 2018, Págs. 253. TO. Murder of My Aunt. Trad. Ismael
Attrache y Carmen Francí.
El asesinato de mi tía se publicó en 1934. Era la
primera novela de Richard Henry Sampson (1897-1973) y lo hizo con el seudónimo
por el que se le conoce: Richard Hull. A ésta le siguieron 14 más; toda su
producción. Tuvo un éxito grande e introdujo unas variantes en el género que la
convirtieron en un tipo de novela distinta y novedosa: la ironía cómica de la
narración, que produce una constante sonrisa y el relato, en primera persona
del protagonista, potencial asesino, mostrando todos los pasos para cometer su
crimen.
Está dividida en cinco capítulos todos ellos
narrados por el asesino, menos el ultimo que es conclusivo. El potencial
asesino es Edward Powell, un hombre ya maduro, que desde la infancia fue
acogido y educado por su tía Mildred después de la muerte de sus padres en un
accidente. Vive con ella y depende económicamente de ella. La relación entre
los dos es educada, flemática y cínica, ya que Edward no la puede ni ver, y la
tía Mildred, que tampoco le acepta, se propone controlarle todo lo que pueda
para hacer de él una persona responsable. Sin embargo, dado que no trabaja, que
no tiene ningún título ni ninguna habilidad y que lo único que hace es
entregarse a leer literatura francesa, se genera en uno y otro una profunda y
constante frustración, pero de signo distinto. Ante esta situación, que
considera insoportable, Edward decide asesinarla. Toda la novela consiste en
explicar los diversos procedimientos que va a poner en práctica para conseguir
su objetivo.
Son dos personajes contrapuestos. Uno es un
urbanista tremendo y desprecia el lugar donde viven, la otra es una enamorada
del ambiente rural de Gales; uno no trabaja y la otra es hacendosa y siempre
está haciendo algo; uno tiene un perrito pequinés, la otra dos grandes
foxterrier, uno es un sibarita y la otra es una persona menos refinada. El
resto de los personajes de la novela son gente del pueblo relacionados con la
tía ya que Edward tiene pocos amigos. En esta situación es como hay que
entender la novela y la decisión de Edward de asesinar a su tía.
El sobrino es el que relata toda la acción y los
diálogos y lo va consignando en un diario que tiene escondido en una caja
fuerte, por lo tanto, siempre se describe la acción y la situación tal como la
ve él.
La novela es jocosa, por la manera en que Edward
interpreta las cosas, sin que sea un relato cómico, pero en el lector produce
una sonrisa constante, siempre en la línea del humor inglés más puro. Y con
esta manera de relatar, consigue mantener la tensión y un ritmo narrativo
excelente, de forma que la novela se lee casi de un tirón. Además, el último
capítulo rematando el relato es sorprendente y el colofón a una inmensa ironía.
Si en su momento tuvo éxito, ahora continúa siendo una
excelente novela clásica de género negro, con el sabroso ingrediente del humor.
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