miércoles, 7 de febrero de 2018

El asesinato de mi tía


Richand Hull
Alba, Barcelona, 2018, Págs. 253. TO. Murder of My Aunt. Trad. Ismael Attrache y Carmen Francí.

El asesinato de mi tía se publicó en 1934. Era la primera novela de Richard Henry Sampson (1897-1973) y lo hizo con el seudónimo por el que se le conoce: Richard Hull. A ésta le siguieron 14 más; toda su producción. Tuvo un éxito grande e introdujo unas variantes en el género que la convirtieron en un tipo de novela distinta y novedosa: la ironía cómica de la narración, que produce una constante sonrisa y el relato, en primera persona del protagonista, potencial asesino, mostrando todos los pasos para cometer su crimen.
Está dividida en cinco capítulos todos ellos narrados por el asesino, menos el ultimo que es conclusivo. El potencial asesino es Edward Powell, un hombre ya maduro, que desde la infancia fue acogido y educado por su tía Mildred después de la muerte de sus padres en un accidente. Vive con ella y depende económicamente de ella. La relación entre los dos es educada, flemática y cínica, ya que Edward no la puede ni ver, y la tía Mildred, que tampoco le acepta, se propone controlarle todo lo que pueda para hacer de él una persona responsable. Sin embargo, dado que no trabaja, que no tiene ningún título ni ninguna habilidad y que lo único que hace es entregarse a leer literatura francesa, se genera en uno y otro una profunda y constante frustración, pero de signo distinto. Ante esta situación, que considera insoportable, Edward decide asesinarla. Toda la novela consiste en explicar los diversos procedimientos que va a poner en práctica para conseguir su objetivo.
Son dos personajes contrapuestos. Uno es un urbanista tremendo y desprecia el lugar donde viven, la otra es una enamorada del ambiente rural de Gales; uno no trabaja y la otra es hacendosa y siempre está haciendo algo; uno tiene un perrito pequinés, la otra dos grandes foxterrier, uno es un sibarita y la otra es una persona menos refinada. El resto de los personajes de la novela son gente del pueblo relacionados con la tía ya que Edward tiene pocos amigos. En esta situación es como hay que entender la novela y la decisión de Edward de asesinar a su tía.
El sobrino es el que relata toda la acción y los diálogos y lo va consignando en un diario que tiene escondido en una caja fuerte, por lo tanto, siempre se describe la acción y la situación tal como la ve él.
La novela es jocosa, por la manera en que Edward interpreta las cosas, sin que sea un relato cómico, pero en el lector produce una sonrisa constante, siempre en la línea del humor inglés más puro. Y con esta manera de relatar, consigue mantener la tensión y un ritmo narrativo excelente, de forma que la novela se lee casi de un tirón. Además, el último capítulo rematando el relato es sorprendente y el colofón a una inmensa ironía.
Si en su momento tuvo éxito, ahora continúa siendo una excelente novela clásica de género negro, con el sabroso ingrediente del humor.

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