domingo, 25 de febrero de 2018

El lado oscuro del adiós


Michael Connelly
Alianza Editorial, Madrid 2017, TO. The Wrong Side of Goodbye. Trad. Javier Guerrero Gimeno.

De nuevo Harry Bosch y, además, no se jubila, sino que trabaja de detective privado y se asocia a una comisaria de una zona de Los Ángeles.

En la novela se van a desarrollar dos casos independientes: uno privado que es el más importante y otro de un violador en serie, de carácter oficial. Como es lógico, los dos se van a resolver, esto ya lo sabemos, pero lo importante es cómo se resuelven. En el caso del violador se sigue el esquema policial, que Harry conoce muy bien: comienza por establecer nexos, examinar casos similares, pedir la colaboración ciudadana y acaba resolviéndose siempre en el límite, que es lo esperado en estas situaciones: se va acorralando al asesino, aunque no se sepa quién es, y cuando éste llega a su límite, se descubre y se precipitan los acontecimientos. En esta situación Harry se muestra cómo es: resolutivo y buscando siempre lo mejor, aunque eso le pueda traer problemas y salvando una situación que ha llegado al límite.

El caso principal, que da nombre a la novela, es el de un magnate de tercera generación, heredero de una gran industria aeronáutica que ya, muy enfermo, quiere resolver un interrogante que le ha ido persiguiendo toda la vida: ¿Tiene un heredero? Cuando era estudiante en el primer año de universidad, tuvo un lío amoroso con una chica mexicana y aunque estaba embarazada la abandonó por las exigencias de su padre: ¿qué paso con ese niño?

Harry tendrá que hacer gala de todo un arte de la investigación para remontarse a un pasado muy lejano y resolver a base de registros y de entrevistas lo que parecía imposible. Todo se mezcla con su propia vida ya que coincidió en algún momento con el presunto hijo. Desde el principio el magnate no da señales de vida, de forma que Harry va actuando por la inercia y por el generoso dinero que le dio al principio solo por ir a visitarle. La investigación es difícil porque a la corporación que heredaría las empresas no le interesa nada que se resuelva el caso.

Como todos los episodios anteriores la novela está escrita con lógica, sin saltos incomprensibles y siguiendo un esquema muy bien estudiado; el resultado es un relato ameno, que distrae y que no deja de enseñar a hacer un trabajo bien hecho, con conciencia, sin egoísmos y con deseos de hacer el bien fundamentalmente.

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