domingo, 10 de febrero de 2013

¡Llama a la comadrona! Una historia verdadera en el Londres de los años cincuenta



Jennifer Worth
Lumen, Barcelona, Págs. 458, TO:Call the Midwife. Trad: Rita da Costa

La BBC ha realizado una serie basada en este libro de memorias, de la que ha emitido la primera temporada y que ha constituido un auténtico éxito. Esto significa que todavía hay sensibilidad y que los relatos con valores siempre son bien acogidos y, más, si son reales.

Las historias, recuerdos, están narrados en primera persona por Jenny Lee, de casada Jennifer Worth, y se limita a escribir algunos relatos sobre su propia experiencia como comadrona en los años 50 del siglo XX, en un Est End londinense asolado después de la Segunda Guerra Mundial. Es el primero de cuatro libros; los siguientes, Shadows of the Workhouse, Farewell to the East End y In the Midst of Life, todavía no han sido publicados en España, pero si son como éste, merecen publicarse.

Jenney Lee, para completar su formación de enfermera y especializarse para ejercer de comadrona, llega con gran desconocimiento del lugar y de la institución al convento de san Ramón Nonato. Su desconcierto es grande porque no sabía que era una casa religiosa, pero allí se encuentra con unas monjas experimentadas, llenas de humanidad y auténticas especialistas en su trabajo y que la acogen con cariño y atención. Junto con Cynthia, Trixie y Chummy, con un gran amor abnegado a la profesión y al trabajo, una dosis elevada de humildad y una eficiencia notable, atienden en sus hogares los partos de unas madres, sumidas en la pobreza, que viven a veces en condiciones terribles, pero que son la fuerza de la familia. Hay heroicidad en la mayoría de las madres y en el trabajo de las comadronas.

No todo son historias felices, hay muchas tristes y los personajes no están idealizados; la galería es muy amplia, desde padres indeseables y maltratadores, hasta esposos llenos de ternura. Merece la pena de modo especial la historia de Conchita Warren y su esposo, con 24 hijos, donde la ternura, la humanidad, la alegría, el orden familiar y la ayuda entre los hijos es asombroso. Por si fuera poco, ella no habla inglés y el no habla español, solo los niños hablan los dos idiomas, pero las escenas de amor entre los esposos son emocionantes. La historia de la vejez de una de las monjas está llena de fuerza y es excelente. Y muchas otras: algunas parecen inverosímiles, otras están llenas de humor y algunas te llenan de lágrimas los ojos.

Unas memorias que merecen tenerse en cuenta y no dejar de leer. No tienen una gran calidad literaria, pero si una sencilla calidad humana no fácil de encontrar.

Jennifer Lee nació el 25 de septiembre de 1935 en Clacton-on-Sea, Essex. Estudió taquigrafía y mecanografía y trabajó como secretaría, pero no se encontraba satisfecha y estudió enfermería. Más tarde comenzó la especialización como comadrona. Con 22 años, Jennifer empezó a colaborar con una comunidad de monjas anglicanas de la congregación de Saint John the Divine en el East End. Con ellas ayudaba a las personas más necesitadas del distrito de Poplar, uno de los más castigados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Pero en 1973, ya casada, decidió retirarse y dedicarse a su otra gran pasión, la música. Un año después se licenciaba en el London College of Music y se dedicó a dar clases de piano y canto.
En el año 2002 publicó Call the Midwife El libro fue un éxito de ventas. En 2005 se publicaba Shadows of the Workhouse y cuatro años después, Farewell to the East End. Un año antes de morir acabó In the Midst of Life, sobre su última experiencia con la enfermedad terminal que terminaría con su vida el 31 de mayo de 2011.

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