Benito Pérez Galdós
Bruño. Madrid, 2012,
Edición de Adolfo Torrecilla , 320
págs
Dicen que Marianela era
la novela preferida de Galdós, no lo sé a ciencia cierta, pero si que es una de
las más populares. Seguro que está en muchas bibliotecas familiares españolas.
Si traigo hoy una reseña de ella, se debe a la reciente edición de Bruño y más
concretamente al completo estudio preliminar de Adolfo
Torrecilla , profesor de literatura y un excelente crítico
literario, que me parece que es una ayuda excepcional para sacarle partido a
uno de los mejores escritores españoles del siglo XIX. El estudio se
complementa con unos ejercicios y unas notas para esta inmejorable edición
escolar que, sin embargo, será útil para todos y supondrá un redescubrimiento
de la literatura de Galdós.
Marianela se publicó en
1878 y previamente habían aparecido La Fontana de Oro (1870), La sombra (1870)
y El audaz (1871), que realmente no tuvieron mucho éxito, pero para Galdós
supusieron pasar de una época de periodismo errático a introducirse en el
panorama literario del momento.
Más tarde, entre 1873 y
1879, publicó diez narraciones de la primera serie de los Episodios nacionales y
los primeros de la segunda serie. En 1876, abandona esta línea por la caldeada situación
política y social de España, y escribe dos novelas de tesis, Doña Perfecta
(1876) y Gloria (1877), en las que aborda temas sociales y religiosos con un extremado
tinte anticlerical, provocando las primeras polémicas por las que Galdós será
muy conocido.
Y éste es el momento de Marianela.
Galdós, abandona las novelas de tesis y busca un enfoque más realista y, a la
vez, simbólico. Sin embargo, también hay tesis en Marianela, aunque en menor
proporción e intensidad que en las novelas anteriores.
El personaje de Marianela
es tierno, poético y trágico, destaca con diferencia por encima de todos los
demás de la novela. Su manera de ver la vida, su generosidad, entrega y su
drama interior elevan la calidad del relato y ponen en su sitio el tono
didáctico, la intenciones sociales, la enseñanza moral y la escasa profundidad
de algunos personajes, como Pablo, el joven ciego, y Florentina, una mujer
ingenua y pueril que no encaja en lo que se está contando. Sin embargo, Marianela, con su fuerza y su idealismo, se apodera de la
novela por entero, dejando en un segundo plano otras cuestiones menos estéticas
y más ideológicas.
La introducción de Adolfo Torrecilla está divida en cuatro partes: el
autor y su época, la cronología, el análisis de la obra y la correspondiente
bibliografía –muy bien escogida- y los criterios de esta edición.
Una nueva oportunidad
para volver a nuestros clásicos que no habría que desaprovechar.
A mi, me encanta cómo relata Galdós: es de mis clásicos favoritos.
ResponderEliminarPienso que le debo a él mis filias por la redacción.
Tienes toda la razón sobre la forma de relatar. Lo que no sabía es la influencia que ha tenido en tí.
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